Estaba parada en medio de la calle, con la mirada perdida en aquel barco enorme que a saber a dónde iría. Hacía mucho frío y cuándo llovía se me helaban las mejillas. Aquella era una ciudad increíble, con calles estrechas y preciosas y artistas en los áticos dibujando las primeras luces del día. Al lado del mar había una cafetería de madera en la que viajabas en el tiempo. El café tenía mucha espuma y podías ir atrapándola con la cucharita poco a poco, mientras contabas cada una de las cosas que se te pasaban por la cabeza. Había magia. Recuerdo que un día nos perdimos y aparecimos en la punta más triste de la ciudad. Se me antojó preciosa. Había una vía de tren por la que podías caminar y casitas viejas con sus dueños limpiando la entrada. Una carretera muy estrecha por la que los coches pasaban muy rápido y corrías el riesgo de morir atropellado, pero nosotros corríamos y nos pegábamos a la pared riéndonos. Cada segundo era nueva aventura. Aquel día que fuímos a la playa llovió tanto que terminamos empapados, comiendo un perrito y una coca cola en una feria improvisada en medio del pueblo. Solitario. Triste. Sólo estaban las luces de los puestos y nosotros devorando aquel perrito. Era una ciudad mágica. Cuando llegábamos a nuestra casa llena de cuadros abstractos tomábamos un te al limón y nos tumbábamos a escuchar rock en la radio. El mejor momento del día. No nos hacía falta nada más. Estabamos donde queríamos estar haciendo todo lo que nos apetecía. Incluso recuerdo la batalla con los escarabajos de la ducha, gritar y terminar riendo con los escarabajos panza arriba. La televisión hablando en italiano y la pasta calentando al fuego, las tostadas siempre con mermelada y el libro de Sudokus en la mesilla de noche. Daría lo que fuera por volver. Por que me miraras como aquellos días en los que lo más importante eramos nosotros. Por nuestras manos cogidas en un autobús en el que siempre nos colábamos, las risas complices, lo bonito de vivir juntos. Llévame lejos, bien lejos, y no sueltes mi mano.

"Si mezclas el puré de patatas con la salsa,
después no se pueden separar, es para siempre.
El humo sale del cigarrillo de papá, pero nunca vuelve a entrar.
No podemos volver atrás, por eso cuesta elegir.
Hay que tomar la decisión correcta.
Pero mientras no elijas, todo sigue siendo posible..."
Mr. Nobody

8 comentarios:

  1. ...y pensaba que nunca soltaría mi mano, hasta que me di cuenta que caminaba descalza y sola en aquella calle que me gritaba tu ausencia...(no podía evitarlo...)

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  2. Más que a Italia suena a magia, y también a sueños más que a calles.

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  3. Calles. Ellas, que han visto y vivido tanto, podrían contarnos historias de todo tipo.
    Me gusta ese café con espuma y tumbarme a escuchar rock de la radio o de donde sea.

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  4. Un buen café y una larga charla junto a la playa es de lo mejor que hay. Y si es con esa persona especial, inmejorable.
    Un besazo! ♥

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  5. Y cuando piensas en esos momentos no puedes evitar sonreír mucho y pensar en volver muy pronto. Me encantan esas ferias de pueblo que describes <3

    Un beso bonitaa! :**

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  6. qué visual lo haces todo, qué maravilla. feliz entrada de año :)

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  7. falta una sonrisota en la foto!
    no me gusto nada esa peli, bueno, la parte que vi porque me quede dormida.
    que te traigan mucho los Reyes pesiosa!
    (L)

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