Cierra los ojos.



El miedo se revuelve en el estómago como una lavadora en su lavado más rápido. Si en vez de ropa hablamos de sentimientos los tengo todos girando en espiral mareados por culpa de la vida. Y tengo tantos sueños. Escondidos en conchas de mar claro. Cuantás más conchas, más sueños..
Días de colores. El secreto de los viajes en el tiempo está en cerrar fuerte los ojos.
Odio los trenes y los autobuses. Cierra los ojos y escucha.. ¿qué oyes?

Sal en la piel y conchas marinas.

Hay conchas de mar que cuentan secretos, en su interior se esconden misterios que no podrán ser nunca resueltos. Y si acercas tu oído a ellas y cierras los ojos escucharás un vaivén de deseos. Los que se piden cuando se cae una pestaña y los que simplemente se piden para seguir viviendo. Puedo hacer volteretas mortales en el agua del mar y aparecer al otro lado del mundo sonriendo. O atragantarme con el agua del mar porque en realidad le tengo miedo. Aún así, me lanzo a hacer volveretas sin pensar mucho en que el agua salada sabe realmente mal. La música en las calles aviva los corazones y a veces logran sonreir sin apenas darse cuenta. Y con las llaves de los extintores se pueden abrir mil mundos. Llenos de colores por supuesto. Llaves escondidas en cada uno de los establecimientos a los que entramos. De ahi su magia. Y encuentro gatos durmiendo apoyados en una ventana, y otros caminando por los tejados tejiendo sueños mirando hacia el infinito. Tengo una paz conmigo que me hace extrañamente feliz. Será cosa de los deseos que guardan las conchas marinas, o que mi piel huele a sal y el mar siempre hace conjuros extraños para que todo sea bonito. Y no quiero mirar atrás, me conformo con mirar el día de hoy. Y hoy hace sol, tengo el bolso lleno de llaves que abren mundos lejanos que iré abriendo poco a poco. Algún día apareceré en Tokio y recorreré las calles de Tokio Blues, y veré Olvidate de mí siendo Clementine Kruczynski más que nunca. Me reiré a carcajada limpia del peinado de la gente que camina por la calle y querré ponerme los vestidos de todas las niñas. Porque con vestido es todo más fácil, y si das tres vueltas en espiral y cierras los ojos, también se cumplen los deseos..

Crímenes premeditados.

Ella, la presidenta de los estados de ánimo. Un día feliz soñando como nunca y al día siguiente odiando haber soñado. La que juega a luchar contra el tiempo que se le escapa de las manos. La que se pierde entre mariposas y toma el café muy frío en verano. La que alarga las noches y los minutos se le quedan pequeños. Y cuenta elefantes en medio de la noche porque no puede dormir, le matan los recuerdos. Le matan y le reviven. Anhela escapar y sabe muy bien a donde, tambien sabe que es imposible.. así que intenta calmar sus ansias perdiéndose entre alcohol. Y acaba odiando el alcohol, los improvistos y la lluvia en medio de la playa. Se queja porque tiene algo de gripe porque llueve en medio de la noche, y tose emociones y estornuda sinsabores. Está más perdida que nunca y esta vez el mar no da respuestas, se agita cuándo algo aparece poniendolo todo patas arriba. El tiempo está volviendose loco. El telediario habla de un incendio que está quemando toda una montaña y ella se está quemando por dentro también. No sé que encontraría si se abre por la mitad. Un puñado de pajaros muertos que volaron hasta quedar exhaustos y cayeron al suelo. Quizá marionetas con los hilos enredados que ya ni hacen sonreir, ni sonrien ellas. Pintura desconchada, humo gris de todos los cigarros que no fumó, aire de todas las caricias que lanzó al aire porque sus manos no tenían a donde agarrarse. Crímenes premeditados de esperanzas e ilusiones. Asesinatos a sangre fría a medianoche, letras de canciones que no dicen nada. Que dijeron tantísimo que se quedaron sin voz.

Y en las paredes no hay señales, ni en el cielo, y el destino me aleja cada vez más de lo que dice mi corazón.

Y no paro de escuchar esta canción..

Un pais lleno de recuerdos.

Entre a un pais lleno de carcajadas, dónde los cafés se tomaban a pequeños sorbos y no había prisa por ir a casa. Por las calles estaba la alegría en forma de funciones de circo callejeras. Los niños aplaudían y se divertían mientras veían el espectáculo. Sentados con las piernas cruzadas soñando con que eso es la vida real. Por las mañanas, la arena me contaba historias colándose por todos los poros de mi piel. El agua salada purificaba mi interior y me arrancaba los malos recuerdos, me iluminaba los buenos recuerdos y me hacía cerrar los ojos. El cielo azul con nubles blancas me hacía imaginar mil formas, mil animales, mil duendes llenándolo todo de algarabía. El puerto me hacía desear querer marcharme con cada uno de los barquitos y aparecer en una isla desierta, o poblada, quien sabe. No voy a negarte que apareciste por las calles mirándome, que en aquella cafetería faltabas y entre el agua también. Hace un año volví hablando contigo y riéndome cada vez que había un tunel, hoy volví mirando el cielo gris, en ese autobús también estuvimos juntos. En el pais en el que estuve no estaba permitido estar triste asi que sonreí con todas mis fuerzas durante los tres días. El postre de una cena improvisada no estaba nada rico y me sonrojé cuando la camarera me pregunto porqué no lo había comido. Fui la reina del mundo por un momento subida a lo alto de una montaña desde la que se podía conquistar el mundo. Me hice amiga de dos niñas de hojalata que llevaban un vestido azul, y posé junto a ellas para una foto, que menos. Jugué al parchis y gané, a las cartas y también, ya se sabe el dicho de afortunado en el juego, desafortunado en.. prefería haber perdido. La lluvia nos cogió en la playa y casi empapa las hojas del libro que estaba leyendo, marchamos casi corriendo. Volví a recordar la declaración más preciosa del mundo, un beso inmortalizado en una foto, mil en el corazón. Seguí paseando mirando hacia el suelo. En ese pais todo se puede hacer realidad, y quizá algún día, sin saber como ni porqué, aparezcas a mi lado y conquistes el mundo desde allí. Te subas a lo alto de la montaña conmigo y seas capaz de decir: soy feliz. Me encantan las aventuras, tener amigas con las que sonreir muy mucho, y tener una pequeñita esperanza. No me pone triste recordar que todas esas calles fueron nuestras, porque lo seguirán siendo aunque no las volvamos a pisar de la mano. Y no me sonrojo si te digo que el atardecer fue menos bonito porque no estabas conmigo.

¿Conquistarías el mundo conmigo?

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Sigo como el primer día..

De madrugadas solitarias y lugares especiales.

Hay sábados en los que la noche se alarga, y nunca me gustó llegar a casa cuando ya amaneció. Este domingo soleado me dio los buenos días mientras volvía en un autobus lleno de gente durmiendo. Siempre en ese momento me pongo triste. Quizá porque no encontraré a nadie al llegar a casa, y porque abriré la puerta irremediablemente sola. Y en unas horas será un domingo, que tanto odio porque ninguno es astromántico como dice la canción. El calor se cuela por las persianas, y doy tantas vueltas que podría levantarme mareada. Tengo demasiadas cosas en la cabeza y eso me impide dormir. Y pronto me levanto, domingo odiado y odioso. Nadie me dice buenos días, nadie se acordó en medio de la noche de mi risa, nadie iría a la luna por mi. Hay lugares especiales, y el domingo vi el amanecer más bonito del mundo echándote de menos. El cielo era azul, rosado, y naranja. Y mañana visitaré otro de los lugares especiales, la última vez que pisé sus calles estabas a mi lado. Guardo tantos recuerdos.. la declaración más preciosa del mundo, los besos más ansiados, en el autobús tu cabeza recostada en mi hombro, un café riquisimo, una comida mientras caía la tormenta. Un arcoiris que saludaba. Gominolas en un kiosco y seguir comiéndonos a besos. En la estación de autobuses planeando huídas, recostada en tu hombro siempre. Escondidos de la lluvia en una casa abandonada, más besos. Vuelta a casa a devorarnos. Esta vez no habrá amor llenando el oxígeno de las calles pero te encontraré al doblar cada esquina. Tengo tantos recuerdos en ese sitio. Escapé de la ciudad y leí libros en la playa hasta quedarme dormida, grité y pensé que feliz soy, vi la televisión con amigas mientras comiamos patatitas, vi la luna llena desde la playa, hice una hoguera, me bañé en la playa en marzo muerta de frío. No hay duda de que es un sitio especial y que siempre que voy vuelvo llena de sonrisas en el corazón.

En dos días llegaré y os contaré aventuras.

"Cuando terminó abril llego el mes de mayo; mayo fue mucho peor que abril. En mayo, en plena primavera, ya no pude evitar sentir como se estremecía y temblaba mi corazón. Solía ocurrirme al atardecer. En la pálida oscuridad, impregnada del suave aroma de las magnolias, mi corazón, sin previo aviso, empezaba a henchirse, a estremecerse, a temblar, atravesado por un pinchazo. En estos momentos, cerraba los ojos y apretaba los dientes con fuerza. Y esperaba que pasara. Poco a poco, despacio, este dolor se alejaba, dejando tras de sí un dolor sordo. Cuando esto sucedía escribía a Naoko. Le hablaba de cosas maravillosas, placenteras, hermosas. Del olor de la hierba, del agradable aire de la primavera, de la luz de la luna, de las películas que había visto, de las canciones que me gustaban, de los libros que me habían emocionado."

Tokio Blues - Haruki Murakami


Que el mar se lleve el dolor, que mi mirada mire al infinito siempre, pero con los pies en el suelo. Aprendí a envolverme el corazón a base de realidad, y los sueños sueños son. Quizá nunca más.. está mal soñar más de la cuenta. Recuerdos, sólo eso. Y hoy me compré un joyero con forma de corazón para poder guardar recuerdos nuevos, por si algún día quieres.

Te odio, y eso.

Si me dan a escoger entre enredarme entre tu piel y todo el oro del mundo me quedo contigo, si de tesoros estamos hablando el tesoro más grande es que me arranques una sonrisa. Y si tengo que saltar desde la montaña más alta y deshacerme en partículas que sólo tu puedas recomponer lo hago. Por tí, lo que sea. Se que es muy dificil querer dar la vuelta al mundo si sólo tengo un viejo globo y apenas combustible. También que es mejor hacer caso al corazón que perderse en labios ajenos, porque ellos sólo te recordarán aquellos que anhelas cada día. Y mi cuerpo se enciende cada vez que te imagina, y pronto habrá un incendio si no vienes a apagarme. Despues de haber encendido mi fuego otras mil veces por lo menos, claro. Nunca estuve tan segura de nada en toda mi vida. A mi que me cuesta diferenciar entre la derecha y la izquierda tengo claro que eres tú. En cuanto al amor se refiere en mi vida he dado mil vueltas, he tenido mil casualidades y se apagaron todos los fuegos. Más bien los apagaron a ostias. Ni ilusión, ni nada, sólo realidad pura y dura. Cuando me echaba a volar por el cielo las nubes se volvían grises y empezaba a llover. Será porque abro tanto mi corazón que la gente o marcha asustada, o se lo queda. Y claro ¿quien es capaz de vivir sin corazón? Nadie. Por eso terminé con todo. Y justo alguien apareció escribiendome por las noches y dejándome ser yo misma. Hasta entonces todos querian cambiarme. Eres como una niña. Cuando crecerás. Yo no sabía ser de otra manera, y pasaba los días buscando la forma de ser como ellos. Todos los días se me hacían grises y las baldosas de la acera acogían mis pasos lentos.. hasta que descubrí que yo era como yo era y punto. No había más. Después de descubrir eso todo fue a mejor. Y si tengo que escoger entre volar y perderme contigo y la apatía te prefiero a tí. Y empeñaría todo por un beso, mi risa rota desea reirse contigo. Compraría un avión solamente para ir a verte todas las noches y hacer de lo nuestro algo genial. Para lanzar fuegos artificiales desde la cama que exploten en el techo y nos iluminen el alma. Para cogerte y hacerte el amor salvajemente porque lo llevo deseando tantos días que me da miedo pensarlo. En la cama, en la bañera, en el suelo, donde sea pero contigo. Porque si estás tú el resto no importa, y será lunes, martes o miércoles, para mi todos los días serán tú. Y estornudaré con el polvo de las mantas y tú me cuidarás, me despertarás por las mañanas y yo te pediré un abrazo y "quédate conmigo". No me sueltes nunca. Seré tu niña, tu loca. Sería tu niña, tu loca. Copiloto de recoger turistas extranjeras, experta en distinguir corazones por todas partes, experta en quererte tanto que duele..

Sueños hipotecados por la realidad.

Que será de los sueños cuando nadie quiera hacerlos realidad, o cuándo se deshagan entre el viento porque nadie los alimenta con sonrisas. Cuando la locura decida tirarse desde un campanario y resuenen las campanas diciendo "Bienvenida cordura", y si no hacemos las noches nunca más eternas, y las mañanas perfectas. Quizá el mar nunca oiga nuestras pisadas, o se ponga feliz por vernos juntos. La encimera de la cocina de una casa que fue nuestra y lo será para siempre en nuestro corazón no acogerá nuestros abrazos. El sitio más hermoso del mundo no recibirá nuestros besos mañaneros, y mis promesas : yo quiero estar contigo siempre. O quizá sí. El coche no oirá nuestras risas encima de rap de cuándo eramos más niños. Tengo la impresión de que te conozco de toda la vida. Como esos amores que se conocen desde niños, esperan su primer beso durante años bajo una capa de amistad. Y cuando lo dan no quieren dejar de hacerlo nunca. ¿Estaremos para siempre juntos? Y se contestan mirándose a los ojos, sin palabras. Todas las canciones son suyas, la gente nunca los ha visto separados. En cambio, nosotros hemos pasado más tiempo separados que juntos. Y es la misma puta sensación. De 365 días hemos pasado unos pocos, poquísimos, pero te quiero cómo si hubiera vivido cosas contigo que no vivi con nadie más. Como si hubieras podido llegar al fondo, donde no llega nadie. Tengo la impresión de que nunca nadie volverá llegar a ese punto. Un año ya de los primeros sueños, cuándo miraba al mar esperando verte algún día, de tu acento erizándome la piel. Quien se imaginaba que cien días después me erizarías el alma. Aquí estoy, con sueños a medias. Intentando olvidar la mitad del tiempo e intentando hacerlos realidad la otra mitad. El tiempo me dirá, seguiré buscando señales por todas partes. Sigo buscándote en el fondo del vaso cuándo bebo, un segundo cada hora, en las escenas de amor. En los palabras del libro de mi mesilla de noche. Cuándo te sueño y no te encuentro, cuando te encuentro y no te sueño. Entre el destino y lo que sentimos. Entre lo que daríamos y lo que pasará en el futuro. Con el corazón dividido entre sueño y realidad. Entre el beso que te daría ahora mismo y todos los que te dí, increíbles. Pasará el verano, caerán las hojas en otoño, siempre serás mi noviembre. Siempre serás mi idiota lejano, que cruzo los mares para conocer mis sonrisas en sus labios. El que incendió la cama y mi cuerpo con sus manos aquellas noches, un alma hecha de dos cuerpos. Vino y felicidad extrema. Siempre te escribiré aunque a veces no te lo enseñe, y susurraré a mi almohada : cuanto le echo de menos..

Carreteras interminables.

Me escape muy lejos, el gris de la carretera por la noche sigue siendo el mismo gris. Mis ojos cada día mas viejos nunca se cansan de vivir aventuras. Siguen brillantes, soñadores, perdiéndose en la llanura y las nubes horizontales. El cielo estaba como pintado por algún artista, eso me hacía sonreir. El viento me despeinaba pero no era ningún problema porque no despeinaba mi sonrisa. Conocí un parque, el ajetreo del metro de una gran ciudad, como es un viaje cuando se planea apenas unas horas atrás. En un diálogo conmigo misma llegue a la conclusión de que en eso consistía vivir. Y yo tenía muchísimas ganas de aventuras así. Tanto ir y venir, tanta apatía los días grises, tantas sonrisas los días felices. Me perdi entre la multitud y fue una liberación, sin móvil, sin nada, sólo yo. El resto eran desconocidos y yo en medio de ellos y sus historias. Lejos de todo. Llevo tanto tiempo deseando una palabra tuya, que ya no creo que llegue. Y aquí estoy, alargando al máximo los días y curándome con realidad las heridas. Aprenderé el significado del nunca, del quizás nunca y me empaparé con lágrimas hasta que ya no duela. Seguiré escapándome y renovándome por dentro con nuevos aires, que no hay mayor placer que viajar y perderse en el infinito cuando miras a los lados. La luna llena, que todas las noches sean noches de luna.. Y te recuerdo, siempre. Si a medianoche me echas de menos, grita mi nombre. Pero grítalo sabiendo que lo gritas. Y me escaparé contigo a donde tú digas pero sólo si de verdad quieres. Hasta entonces seguiré curándome con viajes interminables y buscandote en calles que no son de nadie. Deseando que estés siempre. Recordando. Que mala la melancolía y que dificil matarla.. que dificil estar lejos y seguir queriéndote cerca.



Y siempre hablando de carreteras interminables, de sueños imposibles. Te esperé en el infinito pero no apareciste..