que sobreviven a un huracán


En medio de la noche, las ondas que salen de la radio hablan de amores imposibles. Las voces se entremezclan con el sonido de los fuegos artificiales, que estallan en medio del cielo juntándose con las estrellas. Hay amores que sobreviven hasta a un huracán, la pareja más bonita del baile es la que lleva 50 años bailando. Con la misma ilusión del primer día, el vestido más bonito del armario, y las manos preparadas para no soltarse. Los fuegos artificiales está claro que son en su honor. Tienen las manos cansadas de vivir pero no de sentirse, tienen la piel arrugada de albergar tantos sueños, pero mientras bailan, nada de eso importa. Sólo se sienten el uno al otro, cómo cuando se conocieron y se dedicaron la primera canción. Por un momento todo se escapa al paso del tiempo. Recuerdan su niñez, sus juegos prohibidos al salir del colegio, las cartas de amor por debajo de la puerta. Vuelven a ser niños en ese baile, los niños que prometieron quererse para siempre. No importa el tiempo que pase, los sucesos del día a día, si llueve o hace sol, ellos estarán juntos hasta que la vida se lo permita. Se harán el desayuno el uno al otro y se darán un pequeño beso en la mejilla de buenos días, el más bonito del día. Mientras él lee el periodico, ella soñará mirando por la ventana. Pasearán, reirán, comerán juntos hablando de lo que pasa en este mundo lleno de locos. El sigue adorando ver como ella se duerme, poco a poco, y ella le coge la mano muy fuerte, por si acaso se escapa en medio de la noche. Su música favorita es la de sus corazones latiendo como el primer día. Algún domingo feliz aún bailan en el pasillo su canción favorita, con los ojos cerrados. Porque las cosas más bonitas del mundo se sienten con los ojos cerrados. Y el tiempo se para y ese instante se convierte en eterno.

*


Puedo decir que he dado la vuelta al mundo, al sol, y que las luces de la noria siempre son las más bonitas del mundo.

Relocos y recuerdos

A veces soy un poco como Natalie Portman con su "¿Sabes que hago cuando me siento tan poco original? ¡Blablablablablaaa! Hago algo que nadie haya echo antes así me vuelvo a sentir distinta aunque sea por un segundo. venga, ¡pruébalo!" y me vuelvo loca y bailo por el pasillo, o echo a correr con todas mis fuerzas para terminar en el mar. Por si acaso los sueños se me escapan, por si se me olvida quién soy y porqué me gustan las estrellas. A veces soy azul y me mezclo con el verde y termino de algún color indefinido. A veces me pierdo por las alturas con ganas de volar, y camino con ganas de tumbarme y mirar al cielo. Y soy un poco como la señorita Poulain refugiándose en su soledad, haciéndose preguntas idiotas sobre la ciudad que se extiende ante sus ojos. Y hago fotos a mis pies para que nunca se me olvide por donde piso, todos los sueños que me hacen despegar. Recojo todos los tesoros que encuentro por el suelo y lleno mi alma con todo lo que encuentro. Y por ahora tengo el corazón a medias, en ruínas y de colores. Así es la vida, llena de contrastes, y así soy yo una maldita loca llena de sueños y dessueños. Relocos y recuerdos.
Desde las alturas todo se veía diferente, y una extraña calma me invadía. Los últimos días habían sido dificiles, pero el verano había llegado. La única diferencia con el pasado será que en lugar de conchas de mar, me regalarás margaritas. Amaneceremos juntos, y no habrá cuerpos rotos ni sentimientos rotos. De ahora en adelante prometo escapar del asfalto y echar a volar siempre que pueda, de nube a nube, y tiro porque me toca. Y construirme en el cielo un hogar, asomarme todas las mañanas a ver cómo está el oceano con un catalejo. Que me salgan arrugas de la risa, y dejar las muecas tristes para las noches solitarias. Escucharé las canciones que me lleven a tí y volveré girando en espiral sobre mi misma. Me pondré vestidos de todos los colores y respiraré la vida, el aroma que me dejas en la piel, el aroma del tren de madrugada cuándo mueren y nacen sueños. Los paisajes azules serán mis favoritos y atraparé cada atardecer, prometido. Estoy harta de las cargas emocionales, del peso del pasado, voy a echar a volar desde este mismo instante. Y si algún día quieres saber de mí, búscame en el lado azul de la vida, dónde nace la palabra sueño y muere la tristeza. Que la vida es muy puta, y yo ya no quiero más que tus besos.

Fue cómo si estuviera dentro de una película
. En ese instante, todo perdió sentido para convertirse en un baile de máscaras. A nuestro alrededor todo giraba demasiado rápido, cómo el programa de centrifugado de una lavadora que se está quedando sin fuerzas. La música retumbaba en mis oídos, y yo sólo quería escapar. Estoy harta de romperme en portales desconocidos, quizá ya no me quede nada que romper. El ritmo de la vida no para un sólo segundo y sólo queda dejarnos llevar. Escuché palabra tras palabra, atenta para no perderme ni una de ellas. Las hormigas caminaban bajo mis pies y en mi estómago. Y volvió a mis manos la furia homicida de matar todo, de romper todo y que no quede nada ni fuera ni dentro de mí. No quiero volver a empezar, y mucho menos terminar. Afuera todo seguía igual, era una noche de viernes como otra cualquiera con las calles desiertas. Dentro todo había cambiado, era una noche de viernes como otra cualquiera con las manos y el corazón desiertos.

Y el tango y la lluvia siguieron cayendo tristes en algunos lugares y nos confundíamos cada vez más y nos estrellábamos contra la realidad cada vez mas grotesca, cada vez más solos y tristes o alegres olvidando, mientras el río seguía pasando bajo el puente ..
http://queelvertigopare.blogspot.com

Filosofía gatuna



La lluvia me pone nostálgica y el cielo azul me da ganas de soñar. Es un placer despertarme, ir descalza hasta la cocina y prepararme el café mientras bailo sobre el suelo frío. Hoy es uno de esos días en los que me encantaría ir a coger flores y después colocarme una en el pelo, correr descalza por la playa y empaparme de vida. Mi alma baila según el color del cielo, y hoy quiero recorrerlo de punta a punta. Ayer vi un gato y me contó un secreto, no importa todo lo que camines si has llegado a dónde querías llegar. El estaba cansado de caminar, había gastado 6 de sus vidas sólo en el trayecto, y ahora que por fin sabía el secreto de la vida tomaba el sol ajeno a todo lo demás. Se empapaba con sus rayos de vida y olía alguna flor, para después lamerse las heridas. Tenía la mirada sabia de quien ha visto tantos atardeceres cómo amaneceres solitarios, el lomo arañado por las ostias que te da la vida. Un día tuvo ganas de tirarse desde las alturas por aquello de "Los gatos siempre caen de pie" y él no tuvo esa suerte. Así era todo en su vida, tirarse al infinito para luego lamerse las heridas. Por suerte, seguir a su pequeño corazón le había llevado a dónde estaba a día de hoy. Sabia filosofía callejera "Vive la vida sin importarte lo demás". Súbete al tejado de la vida y que no importe nada más que soñar desde las alturas.



Lluvia


Llueve. En el cristal miles de gotitas de agua se deslizan, juntándose en la parte inferior de la ventana. Desde la ventana se ve cómo las personas se resguardan bajo el paraguas, a nadie le gusta la lluvia y además enfría las manos. La lluvia siempre me recuerda cuándo me deshacía por dentro y nadie era capaz de recomponerme. Las mil lágrimas inundando la habitación, sin cura, sin nada que pudiera parar el torrente de tristeza. Cuándo era pequeña, si algún día estaba triste corría al bosque y me abrazaba a mis piernas esperando a que todo pasara. Si llovía, me escondía en medio de la noche en la salita, y escuchaba la radio a escondidas. Era la mejor cura para las heridas, mi mejor terapia. Al día siguiente salía el sol, y si no lo dibujaba yo en un papel enorme. Siempre me alegraban sus "Buenos días" con restos de after-shave y olor a alcohol. Maldita lluvia nostálgica, que llega cuándo menos te lo esperas y te arranca las sonrisas. Las cosas han cambiado mucho, me entretengo pensando mientras el autobús se detiene, y reanuda su marcha, mientras las gotas de lluvia se besan, se acercan, se alejan, para llegar a la fosa común de las gotas. No importa, volverán a caer otras doscientas y en su trayecto por la ventana del autobús me contarán muchas cosas: El porqué de la lluvia, porqué la nostalgia se viste gris cielo y ya no hay gatos callejeros maullandole en los tejados.

"Yo no sé, mirá, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana, se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Pero las hay que se suicidan y se entregan en seguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran, me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós. "

Aplastamiento de las gotas -
Julio Cortazar

Magia


El mar de madrugada está más bonito que nunca, nosotros nos entretenemos observando ensimismados su baile, mientras entra y sale por las rocas que dan al paseo de la playa. Entre beso y beso, te cuento un pedacito de mi vida. Te cuento porqué tengo miedo a caer, te enumero mis caídas y luego me río- quizá por el vino de la cena- Tú me escuchas cómo si yo fuera lo más importante del mundo y mis palabras te conmovieran. Me miras y asientes, después de preguntarme si mereció la pena el viaje. Claro que sí. Tuve que dar la vuelta al mundo, lloré, reí, y todo para terminar en tus brazos. Ya no podría vivir sin tus ojos tristes. Recorro las calles de tu mano cuándo empieza a llover debilmente, caminamos en silencio, empapándonos de vida. Llegamos al rompeolas, nunca lo habia visto en medio de la noche entre la lluvia. Se me antoja cómo la vida, entre ese baile que viene y va, se mezcla con gotitas de lluvia que podrían ser lágrimas de tristeza, o de felicidad. Nunca se detiene, nunca se queda en el mismo lugar. Siempre está en un movimiento constante, el de los segundos, minutos, horas, días. Más tarde nos decidimos a ir a coger el autobús, mientras caminamos en dirección a la estación un apagón sacude la ciudad. Eso es magia. Por unos instantes, todo se queda sumido en la más profunda oscuridad. En ese momento todo se detiene, espacio-tiempo deja su movimiento, la ciudad se había parado en seco. Los amantes se amaban más que nunca, los odiantes se odiaban más aún. Solamente alumbraban las calles las luciérnagas, amigas de esconderse al borde del camino. Noche de contrastes, el mar sigue con su movimiento pero la ciudad se ha detenido, para volver a reanudar su ritmo segundos después. Quizá la vida consista en eso, un constante ir y devenir de los días mientras en un momento, sin saber cómo ni porqué el tiempo se para para crear un instante mágico. Quizá estemos destinados a vagar entre las horas, sabiéndo que algo nos sorprenderá en el momento menos pensado, y entonces habrá valido la pena el viaje. Somos como el agua del mar, con la magia de poder algún día parar nuestro baile y disfrutar del momento. Y ahí está el secreto de la vida, en esos instantes que se guardan muy al fondo del corazón, en una caja que se llama : "Cosas por las que merece la pena vivir".

Yo de momento tengo lunas, cielos, fotografías, besos, abrazos, cenas, viajes, la sensación de cuando despega el avión, sonrisas, noches eternas, habitaciones de hotel, desayunos increíbles, lluvia improvisada, atardeceres de cuento, cuentos al oído, sueños reales, realidad mezclada con sueño, miradas, soledad diluída entre la lluvia, farolas que alumbran ilusiones..

y tú ¿Qué tienes?

12.

Adoro cuando hueles a lluvia o a mar, y yo sólo tengo ganas de besarte. Cuándo en nuestros juegos terminan con besos o a abrazos. Las sorpresas y las meriendas con yogur de galleta y chocolate. Ya estuvimos en una noria, por las playas de Italia, en todos los parques del mundo y paseando por todas las estrellas del cielo. Quizá era nuestro destino, encontrarnos y curarnos las heridas. Hoy prometo llevarte al cielo para terminar en mi cama, o al revés ¿Quién sabe? Un día como hoy, sólo puedo prometerte una cosa : Voy a quitarte el miedo a las alturas para que puedas volar conmigo cada día. Tú sólo tienes que prometerme que te quedarás conmigo. Me apetece subir a todas las norias del mundo contigo y ver como conquistamos el mundo poco a poco. Y conocer todos los mares, todas las carreteras de tu mano. De doce a doce y tiro porqué me toca, menudo viaje interminable el nuestro. Nos vemos esta noche dónde nacen los sueños.

"Y ahora cambiemos el mundo amigo, que tú ya has cambiado el mío"

Vueltas y vueltas para terminar en tus brazos.

Quizá di demasiadas vueltas en mi vida, es probable. La vida es una montaña rusa y yo he subido a muchas, he estado arriba, abajo, a la mitad, sí, las luces llegaron a cegarme y el aire me estropeo el pelo. He gritado en alguna montaña, soñado en algún valle, he cogido tantos aviones en un año que me se de memoria el protocolo de actuación en caso de accidente. Por lo que he surcado cielos, pisado tantas calles cómo sueños, he cogido el metro y corrido por muchas escaleras. En cuánto a atardeceres, he visto los más bonitos, y de anocheceres ni te cuento, con estrellas y sin estrellas, tranquilos o llenos de ruído. Tengo tantas ansias de vivir que mi imaginación siempre esta volando por mil sitios. Pero por primera vez, estoy tranquila. No tengo ganas de escapar si no es contigo, y si hablamos de coger aviones sólo podría cogerlos de tu mano. Tengo esa extraña calma que se siente cuándo estás en el sitio correcto, en el momento oportuno. La que siento cuando pierdo mi mirada por el mar y el sonido de las olas me devuelve una sonrisa. Si hablamos de dar vueltas he girado como si hubiera montado en un tiovivo y nadie supiera pararlo. Pero todo eso se quedó atrás. Ahora las mañanas son preciosas, y respiro mirando por la ventana, aunque sólo se vean coches, y sigo pensando en mi casa con vistas al mar llena de gatitos maullando. Las noches nunca son de tormenta, y si lo son corro bajo la lluvia sonriendo muy fuerte. Ya no escribo relatos llenos de tristeza, dónde se perdieron tantos sueños que ya no para de llover. O solo existen silencios en un mundo sin palabras. O el café terminó tan amargo que nadie quiso tomárselo y quedó abandonado en la ultima mesa del bar. Ya no tengo miedos, y los recuerdos los tengo bajo la cama. Hola, martes, espero ser feliz hasta que sea miércoles y así todos los días.


Gritaremos desde lo alto de una montaña, mirando al mar, haremos las noches infinitas, nos miraremos y pararemos el tiempo, soñaremos de la mano. Nos tumbaremos a mirar las estrellas cuándo las haya, y si no las hay nos las pintamos en los ojos, en las mañanas que salga el sol correremos buscando las olas, y si hace frío nos quedaremos en una cafetería inventándonos la vida de la gente que pasa apresurada. Viajaremos en avión, en tren, caminaremos hasta que nos duelan los pies y en ese momento nos besaremos. Ese es mi plan para el verano contigo. ¿Aceptas?

Kamikaces

Que será de nosotros si algún día se nos escapan los días de sal, quién curará las heridas que salen de nadar muy por debajo del mar, que pasará cuando se nos olvide sonreir, quién es el otro, lo bonitos que somos cuándo nos besamos en medio de la nada. Las flores nos olvidarán, se vestirán de color tristeza, y los espejos en los cruces de caminos nos echarán tanto de menos que ya nunca reflejarán nada más. En los días de sol, la playa estará triste y no vestirá ese color azul que tanto nos gusta. Y quién correrá esas aventuras que tanto nos gustan, perseguir el sonido del tren hasta que deje de sonar, y poner piedras en los raíles. Como niños, como kamikaces enamorados.. Bailamos "Foundations" en la estación de tren como dos locos a los que se les esté yendo la vida. Bailamos bajo el agua del mar entre besos increíbles, me abrazas, y ya no hay nada que pueda separarnos. Estamos hechos de sal y de vida. Desde que sabes todos mis gestos y los tienes memorizados, ya no hay nada que pueda pararnos. Ahora estoy en la época de hacerle fotos a las flores, colocarmelas en el pelo, y amarte para siempre. Ya no tengo ganas de cambiar, sólo quiero quedarme así para siempre.


Más fotos en ~ http://clemkruczynski.blogspot.com/


guerras en tu nombre

Hay mañanas en las que me levanto guerrera, con ganas de romper con todo. Tengo el impulso de salir a la calle desnuda y olvidarme de los complejos, comprar el pan y volver a casa. Es esa sensación de libertad que sientes cuándo en la playa corres hacia el mar, sabiendo que en unos segundos estarás completamente inmersa. Con la piel fría y los ojos bien abiertos. O hacer una acampada a plena luz del día en medio de la carretera, con un mantel rojo de cuadros a modo de vestido. Es como cuándo en verano te pones un vestido blanco y te sientes bonita, y tienes ganas de girar en espiral para enseñarle a todo el mundo el vuelo de tu vestido. O una noche de verano, con un poco de alcohol y muchas ganas de bailar. Será que llega el verano, y que tengo tantas ganas de sonreir que me nacen cosquillas en los pies. Cómo me gustaría coger un avión sin saber su destino, o dormir en un cuartucho de un albergue tapándome con una pequeña sábana. Tengo sed de aventuras, de coger una mochila y escapar, no importa si lejos o cerca. Teñirme el pelo de rojo Clementine, porque ya se sabe "las pelirrojas dominarán el mundo" y pintarme los labios a juego. Y que me mire la gente, qué importa. Deshacerme de prejuicios, recuerdos, miedos, complejos, vivir al día, y si llueve saco el paraguas y si hace sol me pongo falda. El mejor recuerdo es siempre el que está por venir, y yo tengo una fábrica de recuerdos preciosa que empieza por A y acaba por O y tiene una R en medio. Quizá se llama Amor. Así que te propongo un juego, vamos a querernos para siempre, tú reirás con mis vestidos y yo adoraré tus camisas de cuadros. Bailaremos bajo la lluvia cuándo caiga torrencialmente y nos refrescaremos bajo el sol cuándo nos atormente con su calor. Es fácil. Hay días en los que me levanto guerrera y todas las guerras que quiero lidiar terminan con tu nombre.

*

Sueños en blanco y negro. Una ballena se escapa de una mansión abandonada, está harta del mar de yeso. Las palomas echan a volar cuándo se les queda pequeño el suelo. Mis pies se esconden en el mar, mientras tú me miras. Sueños bajo tierra, sueños por el cielo, las noches en las que alguien te sorprende. Picnics improvisados en el parque a medianoche. Comiéndonos a besos con la única banda sonora de persianas bajándose. Cuándo la ciudad duerme, dos locos sueñan en blanco y negro. Venga, mójate los pies de vida y échate a volar conmigo. Tira piedras al fondo del mar para que nunca se pierdan, pide deseos, cierra los ojos. Piérdete conmigo entre las farolas de la calle, grita con todas tus fuerzas cuándo se te antoje, empápate de vida. Al fin y al cabo la vida es eso, soñar hasta que te dejen y vivir al máximo los momentos felices, esos que encontrarás en el baúl de los recuerdos cuándo tengas los ojos cansados de soñar. Sorpréndeme. Lléname de vida con tus besos. El mundo ya es nuestro.
Cuántas veces vimos este mar, Joel. Paseando de la mano como dos adolescentes, cómo si el mundo se fuera a acabar al día siguiente. Quisiste enseñarme a nadar, me besaste entre toda la sal y nos fuímos con las piernas llenas de arena. En invierno nos dimos los regalos con ojos de sal, entre la brisa, y Haruki Murakami nos acompañaba. La recepción del hotel del puerto aún tiene nuestros besos estampados. Y la ventana desde dónde gritamos "Buenos días" al mundo conserva nuestras miradas. Y ahora llega el verano, cómo aquel verano en el que un día, sin saber cómo ni porqué te conté un pedacito de mi vida. Alternándolo con chistes, risa, y fotografías imaginarias. Sin querer que te fueras y sin querer que te quedaras. Viviendo esa noche como si no hubiera más. Sin querer volver a verte pero queriéndolo con todas mis fuerzas. Conchas todas las tardes y un par de locos recorriendo el cielo por las calles. Mar en los labios y cada vez un poco más de amor en ellos. Y ahora estamos hechos de cielos y mares, de conchas y sueños, de asfalto y luces, farolas y puertos. Tenemos más canciones que nadie, y nos dimos tantos besos que el mundo se ha quedado sin ellos, y pide explicaciones. Clementine, terrible chiflada borrando su pasado y Joel, loco con más ganas de amar que nadie. ¿Sabes de qué tengo ganas? De olvidar todas las obligaciones y escapar contigo dónde no nos conozca nadie, a un 6º piso sin ascensor y comernos a besos desde que empiece el día hasta que acabe. De probar todos los mares, todos los amares, y ser la más feliz del mundo corriendo de tu mano.
... Que bonito mar Joel, que ganas de verlo contigo de nuevo.