Tristefeliz 2009. Hola 2010

Este año he reído 365 veces por lo menos.
He llorado la mitad, o menos.
En Enero soñé todos los días antes de dormir.
En Febrero cogí un avión con dirección a mis sueños, lost, mares, medano.
En Marzo intenté sonreir y tener esperanza. Los días pasaban grises y desiertos.
En Abril paseé por mi pueblo, fui a Galicia de acampada, sonreí. Seguí pensando en cruzar los mares.

En Mayo vi a Zahara por primera vez, paseé triste por las calles de Candás.
En Junio tomé muchos cafés, fuí a la playa por primera vez y una sonrisa callejera me devolvió las ganas de ser feliz.
En Julio fuí a Madrid y me reí como nunca. En Perlora una personita me ayudó a volver a creer. En Luanco ví la lluvia caer. Empezó algo. En Ribadesella recordé viejos tiempos con dos almas gemelas, hablamos de tonterías y reímos, reímos mucho.
En Agosto conocí otro mundo, lleno de amor y cariño, donde no está permitido estar triste.
Repartí alegría y la alegría me llegó a mi también. Conocí Malaga, Salou, reí y lloré a partes
iguales. Compartí con dos personas especiales muchos días, especiales también.
En Septiembre ví Mapa de los Sonidos de Tokio, conquisté calles, universos, me fabricaron
sonrisas, una para cada día. Y fuí feliz. Ví en concierto a Vetusta Morla, Love of Lesbian,
Russian Red, Canteca de Macao, Miss Caffeína.
En Octubre llovió mucho. Muchos de nuestros días felices fueron merendando y entre calles
grises.

En Noviembre cumplí años rodeada de la gente que quiero. Paseé por Gijón, fuí al cine, bebí
vino, recordé, y seguí hacia adelante.
En Diciembre ví a Pereza, y a Zahara de nuevo. Compartí todos mis días con una personita muy especial. Amanecí en Candás, esas calles ya no son tristes. Volví a creer un poquito en la Navidad. Me compré mi primer vestido bonito. Hice regalos. Y aprendí que el regalo más grande eres tú.



Este 2009..
He aprendido que aunque te mueras de nostalgia, alguien puede aparecer y hacer todos tus días rojos en el calendario. He leído Tokio Blues, he sido Coraline en sus mundos, Clementine más que nunca, cerré los ojos y me perdí por dentro de mí con Anni B Sweet, he hecho eternos los días más cortos, cortos los días más eternos. Grité hasta quedar afónica hasta que algo apareció y me sacó de mis días tristes. Hice más locuras que nunca. Me arrepentí de alguna. Hice caso a mis instintos todos los días del año. Algunos días estaba equivocado. Crecí por dentro, aprendí de la tristeza, y me hice amiga de la soledad. Vi Lost la mitad del año. Recordé playas hermosas, el mar siempre llena todos mis recuerdos. Tomé café para desayunar todos los días del año. Aprendí a vivir sola. Love of Lesbian me hizo soñar, Vetusta Morla gritar por dentro "hay tanto idiota ahí fuera". La mitad del año soñando, la mitad del año viviendo. Aprendí que hay cosas que mejor no soñarlas, porque pueden hacerse realidad.. y también deshacerse. Y duele. Tuve los días más intensos de mi vida. Y llego a la conclusión de que seguiré poniendo el corazón en todo lo que haga, aunque con los años esté un poco más cansado. Gracias a los que me hicisteis reir. Los que compartisteis mis días. Los que están, los que se perdieron por el camino. Gracias por todo.
He sido feliz gracias a vosotros, y espero seguir siéndolo.
http://www.youtube.com/watch?v=PsXhQfIZD2c - a sonreir!

Días azules.

En aquellos días todo había sido demasiado perfecto. Azul. Recuerdo como el viento despeinaba mi pelo y me enfríaba la nariz. Como los granitos de arena se movían en un baile lento, y dentro de mí sonaban mil canciones. Había estado muchas veces en aquella playa. Adoraba visitarla en invierno, y quedarme en silencio mirando hacia el infinito. El frío congelaba mis manos, mientras las movía para que entraran en calor. Era un día muy azul. Las distintas tonalidades se entremezclaban formando un universo de azules, yo sonreía. Para llegar, había tenido que coger dos trenes desiertos, no era un día para viajar. Pero allí estaba yo, cuantas veces había hecho ese trayecto y que distintas habían sido todas. Había un hueco a mi lado, ya no llevaba medias de colores, y tenía un poco más cansado el corazón. Cuando cambié de tren, estuve cinco minutos sentada en el banco donde siempre sabía que aquel día iba a ser especial. Parecía que estaba escrito en el respaldo, y yo lo leía y asentía. Soplaba el viento pero el sol calentaba mis piernas. Me puse a fotografiar mi sombra por miedo a que se escapara, y me encontré sonriendo. Había conseguido vencer a la nostalgia, sólo quedaba una nostalgia dulce. La que te hace saber que llegarán momentos increíbles que podrán derrumbar todos los anteriores. Haciéndolos pequeños en el universo de la memoria. En ese mar, sentada en un banco mirando hacia el cielo, conseguí vislumbrar uno de los secretos de la vida. De la memoria. Sobre cómo conservar los recuerdos sin que haga daño rememorarlos. Se necesita papel transparente, una caja azul y ganas de vivir. Las siguientes 24 horas fueron especiales. Dormí en una habitación azul con vistas al mar. Y me desperté contigo mientras me cuidabas. Me escondí al fondo de tu pecho y supe que ya no querría irme de él nunca. Ahora cada vez que veo el color azul, se que va a ser un día especial. Y tengo suerte porque cielo y mar son azules, y adoro perderme en ellos. Cierro los ojos : Hoy va a ser un día azul.

veinticuatro.

Angustia frente a la televisión. Galas sin sentido. Felicidad por todas partes menos dentro de mí. El sinsentido de esta fiesta, si Jesús ha nacido a mi me da igual. La cena se enfría y cada vez hay menos gente que crea en esto, todo cambia. Todo. Recuerdo cuando era pequeña y era todo más fácil. El árbol de Navidad muy pequeño, los regalos baratos, la casa pequeña y con ratoncitos en el desván.. pero había ilusión. Ahora no queda nada. Ya no se si lloro por la cebolla o por lo triste de este día. La nostalgia de los que no están, de los abrazos que me gustaría dar y lo lejos que tengo a personas que quiero. Y el teléfono se deshace con una voz a otro lado, la vida cansa, ya nada va a ser lo mismo. Que triste se antoja el mar, las calles, solitarias, las ventanas con luz. Que frío hace fuera, y como me congelo aquí adentro. He pasado muchas nochebuenas y ninguna cayó en 24 de diciembre. Como pesa la vida cuando pasa. Como duele recordar. Como quema la nostalgia cuando te va quemando y sólo te quedan trocitos de recuerdo que si piensas, ya no tienen ningún sentido. Mirar hacia el fondo del pasillo y verte sólo a tí. Recuerdos al cielo, te mando un ramo de nubes y besos, por aquí todo sigue igual.. de triste. Y cada 24 te recuerdo y se me encoge el corazón. Y cada jueves 24 me vuelvo a apoyar en el marco de la puerta sin creerme que te hayas ido, y se vuelve a empapar todo. Por este suelo no hay quien nade, y aún tengo resto de olor a cebolla en mi nariz. Y a ver quien para ahora de llorar.. y que pasará si me ahogo.

Huele a frío.

El mundo es como una gran bola de nieve, ha llegado la navidad. Papa Noel espera con sus renos para llenar de felicidad el mundo. La gente apura sus compras, sus vestidos para la última noche del año. Que zapatos quedarán mejor, con cuales sabrán caminar toda la noche. El frío amanece con el sol en casi todas las ciudades de España, cuesta dormir porque con los pies fríos todo es más dificil. En este mundo caleidoscopico todo gira y da vueltas. La vida amanece fría como los días, aunque a media tarde recibe un poco de calor en forma de besos. Gira, todo gira. Regalos de ida y vuelta, besos de ida y vuelta, personas que se quedan y otras que se van. Palabras que se transforman de un año para otro. Todo pierde significado, al pecho le cuesta respirar, las canciones tienen las palabras adecuadas. Como me gustaría vivir en un faro con una habitación perdida entre libros, con un gato enorme sobre mis pies. Un escondite con vistas al mar. Que dificil es el lenguaje de las palabras y qué facil el de los gestos. Experta en meter la pata y decir cosas fuera de lugar, pero con el corazón puro. No sabe de formalismos, sólo hace lo que siente. Quizá debería aprobar un master de contención. Porque no es capaz de contenerse y al final un torrente de palabras llena el mundo que la rodea, palabras, nieve, y apenas se puede salir de casa. El paraguas no aguanta tal terrible vendaval. Los muñecos de Navidad aguantan como nieva sobre sus hombros mientras se hiela su naricita de zanahoria. Los niños miran a través de la ventana como todo se cubre con un manto blanco. Todo parece más puro, más mágico. La bola de nieve tiene una melodía melancólica que lo envuelve todo. Sólo queda cerrar los ojos y soñar. Soñar con que la vida sonríe tanto como la gente por estas fechas, que cada regalo es una ilusión envuelta de alegres colores. Los abrazos en estas fechas deberían durar todo el año. Cada invierno es diferente y eso es un hecho. Cada año me ilusiono y desilusiono más, pero es parte de la vida. Y esta Navidad no se me encoge el corazón cada vez que piso las calles.
Y eso es bueno, y tú el culpable.
sssh, escucha

A salvo.

Sombras reflejos. La noche se esconde y las mañanas son tan frías que los pies se hielan bajo la manta. Vuelve a ser un día azul. No hay nada mejor como escuchar Quique Gonzalez la mañana de un sabado frío, frío y azul. He de decirte que para matar tus miedos sólo tienes que coger mi mano y no soltarla nunca, mirarme a los ojos y adivinar todo lo que te quieren decir. Se esconden palabras en mis retinas, y el final de mi espalda de vez en cuando te dedica un te quiero. Quiero que busques en mis rincones y resuelvas los misterios que esconden mi cuerpo. Todo está a la vista. Todo está tan claro como este cielo. Si te digo que contigo iría al fin del mundo quiero decir que viajaría contigo a donde me dijeras sin apenas equipaje. Sin ropa, sin calzado, con una maleta llena de sueños. Nunca te digo que el café es el más rico del mundo aunque a veces las cafeterías no sepan hacerlo. Adoro ver la calle, la gente que pasa con prisa, presos de la rutina. Compartir lo cotidiano de los días. Hay días que terminan con lluvia, otros soleados, noches frías, niebla rodeándolo todo con sus poderosos brazos, la meteorología siempre es favorable si termina con un : "frío por el norte, pero A. a tu lado". Tienes el corazón tan bonito que sólo quiero quedarme en él. Y ver desde allí la lluvia, el frío, a salvo. No necesito más que saber que aparecerás de imprevisto y me llenarás de besos, y que 500 días juntos son muy pocos.. Que nada es rutina, que lo único que se parece día tras día es que nos comemos por dentro, y sonreímos por fuera. Lluvia de canciones, lluvia de besos, que no necesito nada más que saber que estás tan loco como yo por tí.

¿Sabes lo mucho que.. ?

¿Sabes cuando sabes que estás vivo? Cuando las estrellas a las 5 de la mañana te pillan sonriendo en el escalón de un portal. Entre los brazos más bonitos del mundo, sitio en el que llevas más de 48 horas, y con ganas de más. Cuándo la risa estalla y se esparce por el aire todo se convierte en magia y poesía. La gente mira y dice: cuánto amor, y ay de nosotros que lo sentimos.. que no tenemos ni palabras para definirlo. Un beso le sigue a otro y están lloviendo abrazos. De los de película, cuando hay que coger carrerilla para poder caer en la otra persona. Y caes, y es la mejor caída. Notas como un cuerpo de rodea y ya no sabes cual cuerpo es cual. Cuándo la sabana se desliza por la cama, hace frío pero no lo notas y sólo te importa bucear por los mares del deseo.. hasta que todo se vuelve de colores. La habitación podría ser cualquier lugar del mundo. Mi sitio favorito si tú estás a mi lado. Mi chico fabuloso. La bañera llena de agua, mi cuerpo apoyado levemente sobre el tuyo.. y los ojos cerrados. Besos lentos, húmedos, el agua se enfría a nuestro alrededor, nosotros arrugados, felices, sonrientes. Y el mensaje en el espejo del baño que me dice que me quieres, cada día más y que soy tu princesa.. Tenemos tantos planes por hacer que quizá el verano que viene amanezcamos en una vieja furgoneta al lado del mar. Quizá viajemos hasta pisar todos los lugares del mundo de la mano. Tenemos mucha vida por delante y mucho sueños sin cumplir. Cierra los ojos, piensa en mí y sonríe..