"Siempre hay una habitación vacía esperándola."

Esta mañana me he despertado con una fotografía que dio la vuelta al mundo. Aparecía la fachada de un viejo hotel en blanco y negro, podía pasar desapercibida, pero en el medio se veía a una mujer con un lazo enorme en el pelo, volando, cayendo en una caída interminable. Morir con un lazo en el pelo. Suena como si hubiera estado planeando el suicidio. Esa mañana, se habría levantado, quizá preparado una taza de café, puesto sus mejores galas, ¿Habría leído el periódico? La imagen que no se va de mi cabeza es ese instante, frente al espejo, mirándose, colocando ese enorme lazo en el sitio perfecto. Los dedos deslizándose por la tela, la última mirada frente al espejo, el último pensamiento. Las flores en el jarrón de la entrada. Todo en silencio. Los últimos pasos desde la ventana del baño hacia la cornisa. El viento despeinándola en el octavo piso.

En la calle el fotógrafo esperaba el momento perfecto. Había pasado la tarde siguiendo a un coche de policía, hasta que llegó al hotel. En el octavo piso una mujer estaba sentada en la cornisa. "Saqué mi cámara del coche e hice dos disparos rápidos. Mary Miller pareció vacilar… Lo más rápido posible metí la película expuesta en la caja y cogí película nueva. Tan sólo un momento después de haber cargado de nuevo la cámara, Mary saludó a la multitud y se empujó al vacío. Estallaron gritos de los horrorizados espectadores cuando su cuerpo se desplomó hacia la calle. Mantuve el control sobre mí mismo, esperé hasta que la mujer pasó el segundo o tercer piso, y luego disparé".
 
Quizá en la habitación de hotel quedaba una nota que anunciaba el motivo, quizá quería volar, puede que se hubiera cansado de ver todos los días el mismo cielo. Un amor perdido. Había dejado de escribirle, la última carta había llegado hace meses. “Te querré siempre”.


(The 1942 Genesee hotel suicide, fotografía de Russel Sorgi)

3 comentarios:

  1. 'Quizá'. El mundo esta lleno de probabilidades. Quizá leas ésto, quizá no. ¡que va! supongo que en la fragilidad de los motivos está el gusto. El gusto por vivir que 'quizá' se pierde al rato, por ahí, volando en la espesura del espejo por la mañana.. .


    dos besos.

    ResponderEliminar
  2. Es increíble cómo todos los quizás del mundo se concentran de pronto en un mismo lugar. A mí, personalmente, me da rabia y al mismo tiempo me fascina no descubrir jamás el quizás correcto.

    (sonrisa de elefante)

    ResponderEliminar
  3. Me gusta como le has sacado una historia a la fotografía, muy dura, por cierto.

    ¿Motivos para hacer algo así? No sé, pero muy cansado y rendido tienes que estar de todo para llegar a determinar que tu vida ya no debe continuar, y que es mejor desaparecer del mundo.

    Un besito

    ResponderEliminar

Píntame una sonrisa