Por las noches antiguas y la música lejana





















El teléfono no dejaba de sonar, y ellos, ajenos al mundo exterior lo único que hacían era mirarse. Sonaba jazz, una melodía suave que envolvía sus cuerpos y el whisky llenaba los vasos que bailaban encima de la mesa. Estaban comiendose con los ojos, como lo hacen dos personas sabiendo que precisamente el instante despues estarán comiendose con los labios. Todo comenzó con un baile, el baile más lento y más bonito del mundo. - Si quieres que pare, dímelo ahora - Nadie te está diciendo que no sigas.. Lo de después fueron besos apasionados, mezclándose con el jazz y haciendo de aquella noche una noche perfecta. El papel que empapelaba la habitación se derretía. - Llévame alguna parte, a algún lugar al otro lado del mundo ahora. -¿Qué te parece Italia? Amanecieron abrazados, él le acariciaba el pelo y le contaba historias al oído mientras ella reía más fuerte que nunca. El contaba sus aventuras y ella por un momento lograba escapar de su monótona vida. Viajaba sin moverse de aquella cama, el mejor lugar del mundo. El había roto todos sus esquemas. Se bañaban a la luz de las velas mientras el agua resbalaba por sus cuerpos. Se habían enamorado terriblemente. El tiempo pasaba, el tiempo corría. El fotografiaba sus manos y ella le miraba ensimismada, y luego le besaba. Terrible amor, ese que te coge desprevenido y te hace soñar con escapadas a ritmo de jazz. No querían nada más que eso que tenían. Un día a día precioso y eterno que se escapaba bajo la puerta cuando se descuidaban. Haciendo el amor hasta que les dolía el corazón, haciendo la vida un lugar feliz hasta que se les cansaba el corazón. La vida era eso. Eran ellos.

Ven conmigo, márchate conmigo- mientras su vista se perdía a través de la ventana.
Ella hacía la maleta y planeaba una huída perfecta. Al final, deshizo la maleta y dejó los sueños recluídos en aquel lugar, donde soñó para siempre con su vida con él. Brindando en silencio por aquellas noches perfectas en las que descubrió lo que era el amor. La realidad volvió a matar los amores de película, pero sus besos aún sigue resonando en esas paredes. Se amaron en silencio toda la vida. "Lo único que puedo hacer es guardar lo nuestro en alguna parte de mi, y recordarlo toda la vida" Aún conserva aquella nota:
"Si quiere cenar conmigo cuando las luciérnagas estén volando, venga esta noche cuando haya acabado, a cualquier hora"
(Todo inspirado en)Los puentes de Madison

8 comentarios:

  1. los chicos que rompen esquemas son los mejores del mundo :)

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  2. Es una peli fantástica:)) y tu texto muy inspirado:)))biquiñosss y feliz comienzo de semana:))

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  3. Me enamoró esa película, y tu texto no se queda atrás.
    Aunque la realidad mate los amores de película, no mata los recuerdos. Seguro que ella mira todos los días el papel de la pared que se derretía con ella y él no deja de mirar las fotos que le sacó a las manos, para él, más bonitas del mundo.

    besobeso.

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  4. cuando como con los ojos las cosas me saben más ricas. no sé por qué.


    (mi Elefante
    te deja unas
    pastas de té)

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  5. la peli es muy bonita. es de las primeras que recuerdo que vi, y me gustó. muaa

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  6. un amor de película a ritmo de jazz
    me encanta :)

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  7. Este post me hizo soñaaaar !

    Gracias, Clem !

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