Algún que otro secreto


El sueño, el suelo, los laberintos de la mente son tuneles de alcantarillado que terminan en el asfalto. Lo que nosotros entendemos cómo vida depende de nuestras percepciones. Hay personas que serían capaces de ver todos los atardeceres y personas que odian el cielo porque hace demasiado tiempo que no son capaces de mirarlo. Cuándo uno sueña, otro enferma, otro besa, y el último maldice haber soñado. Somos tan diferentes y sin embargo todos vivimos en el mismo mundo. Cada mañana cada persona desayuna algo diferente y mientras lo digiere piensa en lo que hará al día siguiente. Sin duda, hay demasiados mundos dentro de nuestro mundo. Las personas sensibles son capaces de notar esos mundos a su alrededor. En una sala llena de gente son capaces de captar los sentimientos que fluyen por el aire, ternura, amor, desamor, decepción. Absorben todos esos sentimientos y los plasman en algún lugar. En su día a día. Van formulando teorías que van desechando otras asumiendo lo simple de la vida. Esas personas al final acaban sabiendo que lo más importante de tus mañanas es besar a la persona que quieres mientras desayunas lo que más te apetezca. Concluyen que lo más importante es llenarte el corazón de buenos momentos. Admiran el cielo, la vida, la belleza de ver a una persona sonreir. Entre el inmenso laberinto de pensamientos de cada persona hay un patrón común. La felicidad procede del mismo lugar, y no es el paraíso, ni es verde, ni está lleno de palmeras. Todo se reduce a que el tiempo no te mate, ni el asfalto ahogue tus sueños. A que cada mañana te dediques cinco minutos a mirarte a tí mismo sin falta de espejo. Después, sueñes, mientras tomas tu desayuno favorito. Para por la tarde romper todos los relojes y dedicarse a vivir con todas las letras.

5 comentarios:

  1. Yo no puedo vivir sin reloj, no lo voy a romper :)

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  2. dedicarse a vivir con todas las letras...
    me gusta la pasion de tus palabras :)

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  3. Con los años prefieres olvidar el tiempo y quedarte con los pensamientos, los sentimientos, en fin, la vida sin pensar que ya es tarde para llegar al otro lado.

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  4. el tiempo es a veces tan amigo y muchas otras tan enemigo... es mejor olvidarlo y solo sentarte a pensar que la vida es una y no hay tiempo.

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