De heroes y esas cosas

Te voy a contar un cuento precioso, empezando por el principio. Erase que se era una vez, una niña que no quería crecer que había perdido el norte y cualquier punto cardinal. Los días en su vida pasaban lentos, cabizbajos, las horas nunca llegaban a su punto álgido y siempre cogía el bus para regresar a casa triste. Una noche de verano, un héroe apareció en escena. Podría decir que llevaba una capa azul de Super Hero y que sobrevolaba los tejados antes de aterrizar. O que vino corriendo desde su guarida secreta alertado por unos gritos. Hacía mucho tiempo que ella gritaba por dentro y nadie la oía. Y esa noche lo cambió todo. El héroe era experto en escuchar historias extrañas de la niña que había perdido el norte. Ella empezó contándole porque se llamaba así y porqué le gustaba tanto Clementine, pasando por los olvidos, los daños, los roces y los disparos al corazón en nombre del amor. El héroe podría haber marchado asustado, pero se quedó, mientras la miraba ensimismado. La noche pasó, ellos rieron, bailaron, soñaron, y amanecieron en una playa cualquiera que terminaría siendo su sitio favorito. Ella tenía miedo, mucho miedo a amar, por aquello de los disparos al corazón. El era experto en escuchar pero primerizo en amores. Y así estuvieron, la trágica y el primerizo compartiendo sus días y sus noches durante muchos días con sus correspondientes noches. Ella no quería volver a perder el norte, había quemado tantos recuerdos que tenía miedo que se le escurrieran entre los dedos de nuevo, y se prendieran fuego por sorpresa. El héroe, que también lo era curando corazones heridos, lo cuidó todos los días las 24 horas. No había quien pudiera pagar aquel trabajo tan costoso. A día de hoy, puedo contarte que el héroe llevó en su capa a su heroína trágica y surcaron los cielos y los mares. Que se perdieron en la última fila del cine, en la primera, en los portales, en fiestas, en cualquier hueco en el que estuviera permitido el amor. Que se aman como nadie, como nunca. Sus abrazos siempre son de película y los besos los más increibles. Hasta dentro de diez mil años, por lo menos.

7 comentarios:

  1. Madre mía guapa...Eres la definición de MAGIA.










    (SOIS)









    Rak.

    ResponderEliminar
  2. yo ando con un poco de miedo de perder el norte, sera que ya lo perdí?

    ResponderEliminar
  3. yo también quiero un superhéroe curacorazones :)

    ResponderEliminar
  4. Inexplicablemente has conseguido que se me aceleren los latidos del corazón.
    Que suerte la tuya de tener un superhéroe, yo pediré uno para mi cumpleaños.


    :) Un saludo!

    ResponderEliminar
  5. Realmente es un cuento precioso !

    :)

    ResponderEliminar
  6. Pero que chulada de fotos...


    Saludos y un abrazo.

    ResponderEliminar

Píntame una sonrisa