Respirar tan fuerte que se rompa el aire.

Ayer me apetecía distorsionar la realidad, mirarlo todo con otros ojos. Mientras esperaba el tren apareció una mujer con un vestido hecho con ramas de un rosal, y rosas por supuesto. Al caminar los pinchos le rozaban la piel dejando dibujos macabros. Ella sonreía mostrando su vestido. En el tren había demasiadas personas, apenas había asientos. Enfrente mía iba una pareja. El hombre tenía los ojos tan azules que atravesaban el alma, ella tenía la mueca más triste que vi en mi vida. Se apoyaba en él. Me los imaginé haciendo el amor toda la noche, todas las noches todo el tiempo que llevaban juntos. Ella estaba triste porque pese a tenerle, el mundo se derrumbaba a su alrededor. Siempre pasa, la mala suerte se esconde detrás de las esquinas. Al bajarme del tren el calor era demasiado intenso. Se derretían las vias del tren y el andén iba desdibujandose conforme iba dando pasos. En la otra vía, en la televisión echaban la historia de la niña que esperaba el tren porque ya nadie la esperaba a ella. Era experta en hacer infinitos los domingos, aunque ahora se le hacían eternos porque estaba sola. Bonita historia con un trágico final. Al final el avión en el que viajaba en busca de alguien caía al oceano y desaparecía para siempre. Después de la palabra fin la mujer del vestido-rosal aparecía riendose a carcajada limpia. El perfecto surrealismo para un domingo de mierda, para una historia de mierda. El tren apareció al fin y la historia quedó proyectándose por si a alguien le apetecia verla. Al llegar a mi destino pensé en esa historia y en su director. Debería de llevarse mil premios como dice la canción.. Había puesto en ella todos los elementos dramáticos posibles y una pizquita de ilusión, pero está claro que los finales felices están demasiado vistos. La gente busca ahora realidad así que lo del avión estrellado era perfecto. También quedaba en el aire el posible destino de la niña, podría haber sobrevivido y navegar en el mar como una sirena ..aunque es verdad que ella no sabía nadar. Podía haberse hecho una casa en el avión y vivir allí sola, lejos de todo y de todos. Pero no nos engañemos, lo más seguro es que sus ilusiones desaparecieran para siempre con ella. Y nadie la recordara nunca más.

Y suena de fondo..

8 comentarios:

  1. A mí me encantan los finales felices; son los que hacen que llore.

    Por cierto, quiero un vestido-rosal, pero que no haga daño a mi piel..

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  2. tambien se te da chachi el escribir surealismo^^
    me ha gustado lo del vestido rosal jeje
    y ke una niña tenga ilusiones es bonito.. aunke nadie se akuerde ni rekuerde a nadie...
    besotes de lunes
    buenas noches clementine^^

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  3. La señora de los vestidos de rosal, wow es impresionante adoro tus letras te sigo, un beso :*

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  4. Día triste en el que me acompañas con tristeza... Cuantas posibilidades hay en esta vida y qué pronto se nos esfuma todo eh? Espero que verlo de manera surrealista nos ayude a sobrellevarlo mejor, ¿no hay días que te levantas y te parece todo tan extraño que crees que aún estás soñando?
    Besicos

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  5. Hola, escribes realmente lindo nena. Ojalá, si es que no lo haz hecho ya, publiques tu obra.

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  6. me uno a la petición de más arriba del vestido-rosal

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Píntame una sonrisa