Irrepetible, mágico, felicidad en estado puro.

Irrepetible, mágico, fuera de cualquier dimensión espacial o temporal. Risas que cruzan el cielo mezclándose con el resto de risas del universo. Felicidad inmensa, inpensable, increíble. Abrí la puerta y me estaban esperando todos los besos del mundo, y eran sólo para mí. Tenía miedo de no poder guardarlos todos pero escogí la parte del corazón que tenía más vacía y allí los coloqué. Uno a uno contamos millones. Era el sitio más bonito que había visto hasta entonces. Recuerdo que antes de cenar nos cenamos, que había velas por todas partes dándonos más calor del que teníamos. Había esperado ese momento casi cien dias y había merecido la pena. Me diste la bienvenida cubriéndome de caricias. No importaba lo que decía la televisión de fondo, ni siquiera quien estaba saliendo, eran imágenes sin sentido que daban un poco de luz a nuestros cuerpos. Y si el mundo se estaba terminando tampoco importaba. El nuestro estaba empezando. En él, todos los sueños se hacían realidad y las cenas llevaban como ingredientes besos infinitos. Universos infinitos. El sol por la mañana nos quemaba la piel y la felicidad me quemaba por dentro. Tenía ganas de dar saltos de alegría, de gritarte que por fin estaba contigo en tu mundo, que no querría despegarme nunca de él. Conquistar todas las calles con casas blancas de los pueblos cercanos. Dejar un beso en cada esquina como hacen los enamorados. Y reirme de lo que dice un camarero loco con una broma sin sentido de esas que tanto me gustan. Un hombre trajeado visita las casas repartiendo libros de alguna religión inventada, como la de nuestros besos a la hora de comer. Visitar tiendas de recuerdos (objetos que si los tocas y cierras los ojos te transportan al lugar en el que estuviste) y llevármelo todo. Ser una compradora compulsiva de postales, más de cinco al día. Que un gato callejero nos haga descubrir una galería de arte escondida. Todo lo que está escondido es bonito. Al dueño le gustó que yo fuera de Asturias y se imaginó historias de amor Asturias- Tenerife. Que me salves de que una ola me mate, en el segundo adecuado me moví la distancia adecuada. Sentarse a ver el mar cerca de un faro, hablar de todo y de nada. Intercalar besos. Volver a hacer realidad sueños. Vuelta a casa, la mirada posada en la carretera, y una sonrisa enorme. Escondida pero enorme. Con ganas de decirte: Cómo eres capaz de hacerme tan feliz? Estas imágenes están tan recientes que es como si mirara a una de esas bolas con purpurina. Como si fuera una película, soy capaz de recordarlo todo. En la bola se van sucediendo momentos y mi sonrisa aumenta cada vez más. Siempre será mágico, atemporal. Y eso sólo fue un día. Imagínate que fuera siempre..

de todas formas, siempre tendré una bola del mundo con una isla pequeñita guardando los mejores recuerdos. Y si vuelve a pasar, llenaré otra. Soy de las que me gusta tener la estanteria llena de ellas, y si me apuras, la casa. Siempre re-cuerdos. Demasiado cuerdos, o demasiado locos. Si quieres soy tu superheroína y te salvo de los malos el resto de tu vida. Tú ya eres mi superheroe.

Tu eterna loca soñadora.

6 comentarios:

  1. Qué bonito eh? Guarda siempre esos recuerdos y crea otros nuevos. Me alegra que sonrías.
    Besos

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  2. Que bonito lo que escribes!! espero ver tu comen en mi nlog

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  3. Vaya que si estas muy enamorada loca soñadora
    un beso:*

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  4. jops...me dejaste sin aliento. Es espeztacular leerte así!y ke seps ke me alegro mucho!ke sonrias mucho!y agusto!
    muchisimos besos y buen lunes:)

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  5. a mi también me gustaría tocar los objetos y llenarme de sus historias y que me transporten a ese lugar.

    ;) eso es magia.

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  6. Haces que lo recuerde.. a el sus caricias y sus beso. Gracias por eso!
    Besos!

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