Si no te mataba el tiempo, que te matara la vida.


Tenías los brazos llenos de tatuajes, uno por cada vez que te rompieron el corazón- decías. Yo miraba asombrada, debías de tener el corazón en coma de tanta sacudida. Conducías un viejo coche, porque todo en tu vida estaba viejo, hasta leías el periódico del día anterior y tomabas la comida caducada. Era tu filosofía de vida, si no te mataba el tiempo que te matara la vida. Aquel coche desvencijado era todo lo que te quedaba. Vivías allí como quien vive esperando que la vida se le agote. Te masturbabas cada mañana enfrente del supermercado viendo a la cajera, rubia y tetona, para qué querías más. Yo lo conocía todo de ti, te había visto cuándo jugabas con el perro con 9 años antes de que tu padre lo matara de un golpe. Creo que ahí fue cuando empezaste a odiar la vida. Nunca miraste hacia mi ventana, estaba tan cerca, tanto. Pero nunca supiste quien era hasta que me pinte los labios y aparecí en tu puerta con mi mejor vestido y sin ropa interior. Diciendo: o me desnudas o me muero. Y sí, eso hiciste, no hubo ni un beso de por medio. Aquello que había imaginado de velas y música lenta se convirtió en unas cuantas sacudidas sin ternura en la encimera de tu cocina. Me dijiste al salir, para la próxima vez ponte bragas, a ver que guardo si no en mi colección, y diste un portazo. Crucé la calle y me senté en la acera repasando lo que había pasado. Fue el primero de muchos encuentros. Poco a poco aprendí entre polvo y polvo que te gustaba el rock de los años 70 y que el único momento feliz de tu vida fue con 9 años. Atendía tus historias con los ojos muy abiertos, deseando formar parte de ellas. Y un verano viajamos. Tú conducías mientras yo reposaba las piernas en el salpicadero. A veces te leía en voz alta fragmentos de la novela que estaba leyendo y tú sonreías. Reconocías que te gustaba mi voz y a veces después del polvo rutinario me mandabas leerte algo al azar. Aquel verano fue el mejor de nuestras vidas. Follábamos con las estrellas y amanecíamos borrachos mirando al mar. Nos reíamos en los supermercados y aprendiste a quererme como quiere alguien triste, suave, lento, poco a poco. Pero se terminó el verano y con él se terminó el nosotros. No podía con tu autodestrucción, tuve que alejarme. Hice las maletas y me fui de ese barrio para siempre. Ahora, unos años después sigo acordándome de aquel verano en el que fuimos indestructibles. Al final te tatuaste en el brazo izquierdo "Cualquier idiota puede herir a una mujer, pero sólo un hombre grande se la lleva para siempre.". Sonreí. Fueron las últimas palabras que salieron de mi boca antes de alejarme de tí para siempre.


(Imágenes: Buffalo 66

Frase: Ray Loriga “Heroes”) 

 (Por si aún no eres fan y te apetece:  http://www.facebook.com/pages/Voy-sin-musa-y-con-el-coraz%C3%B3n-a-voces/184871078226308 Gracias a los que ya somos!)

17 comentarios:

  1. Dan ganas de leerlo una y otra vez. Genial, ya lo sabes. un beso!

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  2. Entrada cruda, me ha sorprendido.

    Buen libro, gran película.

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  3. a veces creo que escribes desde otro mundo

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  4. A menudo creo que escribes un mundo improvisado y perfecto. ¿Cuántos años tienes? Es... tengo piel de pollo ahora mismo así que no puedo escribirte nada coherente, tan sólo quiero leerlo otra vez y que se cuele más en mis entrañas. Se lee rápido, se comprende a la primera, se asimila lentamente (igual que 'el amor de una persona triste' como has dicho). Besos.

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  5. Llegados a ese punto, si alguien hubiera podido hacerle sanar y arrebatarle todo el dolor que sentía, probablemente, habrías sido tú. Es difícil convivir con alguien con tanto odio dentro...
    Buena entrada, la verdad.
    Un beso

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  6. Muy bueno, como siempre. Me gustaría decir algo más, pero después de leer tus entradas me suelo quedar sin palabras.

    He convertido el título de tu entrada en versos para una canción, con permiso :P

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  7. ¡¡¡Has juntado dos de las cosas que más me gustan!!!!

    (esa peli y el libro son de mis preferidos)

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  8. beautiful blog!
    xx
    http://blueturningrey.blogspot.com/

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  9. Vaya... Sólo he leido esta entrada y ya me he enamorado de tu blog.

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  10. el amor que regalan las almas tristes es el más codiciado, el que más cuesta ganarse. supèrbe.

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  11. Gran entrada, es preciosa. Adoro cuando alguien escribe desde un tono nostálgico, no es algo fácil, así que admiro el gran trabajo que has hecho. Un beso.

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  12. Escribes demasiado bien, el relato este me llego, sobre todo la manera en la que tienes de contar la historia
    Pasate por mi blog, yo te sigo desde hace tiempo, aver si el mio te gusta
    En la entrada actual no tengo ningun relato ni reflexion, si quieres puedes leer las anteriores todas las escribo yo
    xxx

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  13. Te seguía en twitter, pero no sabía que también estabas por aquí: buenísima sorpresa.

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  14. Yo llevo los tatuajes en el corazón, aunque creo que el nombre más adecuado sería cicatriz...

    A veces, tenemos las cosas al alcance de nuestra mano, a la vuelta de la esquina, y no nos damos cuenta de que están ahí para hacernos feliz.

    Precioso relato, lleno de dureza y crueldad, a la vez que rebosante de ternura.

    Un saludito

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