París mon amour


Allí estabamos nosotros, muertos de frío, sentados en un embarcadero esperando un barco fantasma. Las luces de los barcos que pasaban se lanzaban al Sena y conseguían reflejos de todos los colores. Yo estaba sentada en tu regazo, tú me agarrabas por la cintura. El tiempo no existía. La Maga jugaba a soñar por todos los puentes de aquella ciudad en la que el frío y cumplir sueños era más real que nunca. Siempre con bufanda para cuidarse de los resfriados y siempre de tu mano por si el tiempo decidiera separarnos. Las cafeterías están llenas de soñadores que conocieron al amor de su vida en lo alto de la torre Eiffel, las calles nos saludan, preciosas y sonrientes. Enterramos en el cementerio de Montparnasse todo lo que llevábamos en la espalda y ahora volamos ligeros, eternos. Anochece en el embarcadero, las luces del cielo dejaban paso a las luces de las calles. La oscuridad nos envuelve y nuestros cuerpos buscan la calidez, alejados del frío viento. Aquel viento se llevó toda la tristeza y nos dejó las manos llenas de sueños pequeñitos, dispuestos a cumplirse. El Sena nos abrazó por un momento, en el que comprendimos que la vida estaba llena de momentos fugaces que nos hacían crecer un poco más por dentro. Olía a crepes, a sueños a medio hacer y la vida parecía tan bonita como dejarse llevar por aquellas calles. A las que volveremos, pronto. El metro nos llevó de nuevo a nuestro hogar, tras la cena, un té con limón y la certeza de que si cerramos los ojos podemos ser más felices que nadie.

" ¿Encontraría a la Maga? Tantas veces me había bastado asomarme, viniendo por la rue de Seine, al arco que da al Quai de Conti, y apenas la luz de ceniza y olivo que flota sobre el río me dejaba distinguir las formas, ya su silueta delgada se inscribía en el Pont des Arts, a veces andando de un lado a otro, a veces detenida en el pretil de hierro, inclinada sobre el agua. Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico. .... referíamos encontrarnos en el puente, en la terraza de un café, en un cine-club o agachados junto a un gato en cualquier patio del barrio latino. Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos. "
Rayuela- Julio Cortazar

más fotos en http://www.flickr.com/photos/paraeltiempoyladistancia/

10 comentarios:

  1. Qué bello París. Esos recuerdos son los que luego quedarán marcados en sudor y se sentirán por sus latidos...


    muá

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  2. París es amor, que bonito tu que lo viviste con amor!
    :)

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  3. Creo que el lugar más ideal para enamorarse es París, dios esa ciudad debe ser mágica y encantadora ♥
    El texto me causó mucha ternura muchisima, ¡y la foto! hermosa sin duda :)

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  4. qué gran sensación al cerrar los ojos
    ;)

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  5. Hola bello blog,preciosas entradas,si te gusta la palabra elegida, la poesía,te invito al mio,será un placer,es
    http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
    gracias,buen día,besos distinguidos..

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  6. París es así... inspirador! Precioso blog!
    Un saludo!

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  7. yo ando ahora muy peleada con París, pero cerrar los ojos y ser más feliz que nadie me parece una propuesta encantadora, incluso en París.

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