Todas las películas hablan de huidas, de dormir en sofás resquebrajados por el paso del tiempo. Como si los corazones solo volvieran a latir cuando conocen ciudades nuevas y estuviéramos hechos de olvido y recuerdos. En esa última película, sonaba música folk y un gato curioso despertaba a un hombre cada mañana. Ese no saber donde estás, esa huida constante en la vida, estar perdidos incluso conociendo cada calle y cada presente. Se que he pasado por aquí mil veces, nos besamos allí, jugamos a ser eternos en ese café. Y ahora me voy. No se quien querría despedirse de un futuro que aún no ha ocurrido y de todo lo que no hemos vivido. Una vez escribí: Si huyo es para no volver, si vienes que sea para quedarte. Todas las palabras me persiguen y todas las madrugadas juego a perderme en cualquier novela para evitar pensar. Podíamos haber sido tanto, el primer beso de la mañana, la primera canción que suena por la radio y nos devuelve la vida, habríamos sido el arco iris tras la lluvia, el abrazo que nos hace respirar. La ciudad ya no nos reconoce, no sabe que nos amamos en cada esquina y conseguimos parar el tiempo en todos los cafés. Volveré a leer a Cortázar y a creer en que el amor es ese rayo, pero esta vez nos ha partido en dos. Hemos perdido las ganas y nos consumimos en este pasado que nos agota. Hubo una vez en que teníamos un futuro lleno de mapas con cruces del tesoro pero todo ardió y entre el fuego se quemaron también mis ojos, ahora no soy capaz de ver.  Flores, flores, es una imagen recurrente, mi obsesión por el ritual de colocarlas en un jarrón y verlas mientras se van muriendo poco a poco (supongo que me pasa lo mismo con la vida). Y aquí estamos, cada vez más cansados, más flacos (llenos de lluvia). Puede que nos encontremos en otra vida, quizá más sabios, y podamos hacer realidad todo lo que siempre soñamos.

Te he esperado en el vértice del tiempo,
donde confluyen todas las canciones que nunca escuchamos,
los amaneceres nublados,
el café derramado,
las cientos de veces que lo intentamos,
para fracasar.

Te he encontrado en la mirada del camarero
que me ponía café esta mañana,
y me decía, “que tengas feliz año”,
y veía la tristeza morir en mis ojos.
También en las ramas desnudas de los árboles,
suplicando por algo de calor.
  
Te he perdido cientos de veces,
y te he sacado del corazón a golpes,
escondiendo las heridas, para que nadie sepa,
que fuimos tan grandes que nos hemos dolido
más que nada, más que nadie.
Pero que también nos amamos como aman los valientes.

 Te espero en otra vida,

valiente.

10 comentarios:

  1. A mi me gusta pensar que existen las realidades alternativas, y en ellas todo funciona como debe.
    muá!

    ResponderEliminar
  2. La vida es sentir intensamente, desde cada extremo, de norte a sur, de este a oeste... por eso nos perdemos, pero al final encontramos el camino de tanto habernos perdido... Espero leer pronto palabras del extremo de la felicidad más pura y real, de cuando puedes caminar con los ojos cerrados, porque estás en casa, porque si te caes te van a levantar. Un abrazo!

    ResponderEliminar
  3. Me identifique con esa forma de ver pasar la vida..me pasa casi todos los días. Este texto es maravilloso, me llevó a otro mundo. Feliz noche, y feliz inicio de año. Un abrazo!

    ResponderEliminar
  4. Qué preciosidad. Llevo un tiempo leyendo tu blog y me encanta. ¡Sigue escribiendo!

    ResponderEliminar
  5. Me encantas, me encanta como escribes y la forma que tienes de llegarme a lo más profundo del corazón. Me encanta porque me inspiras y me emocionas.

    Gracias.

    No dejes nunca de escribir.

    Un besito, y feliz domingo nublado.

    ResponderEliminar
  6. que no se detengan

    nunca los valientes

    +++

    ResponderEliminar
  7. Si la ciudad no es eterna, si se puede huir de ella, es que aún hay esperanza. Y con esperanza quiero decir otras calles, otros horizontes, otros amores, incluso otras lluvias.

    ResponderEliminar
  8. Tú no escribes, tú haces magia.
    (Me encanta, una vez más)

    ResponderEliminar
  9. Lástima que no tengamos otra vida o no podamos llegar a conocerla. Te acabo de descubrir y me encanta como escribes!

    ResponderEliminar
  10. Y a todo esto, ¿cómo se llamaba la película?

    ResponderEliminar

Píntame una sonrisa