(fotos: Tumblr. La fuente de cada una aquí:  http://voysinmusayconelcorazonavoces.tumblr.com/)

Alguien fotografía desde el último piso un barrio que no conozco, en el que nunca estuve, pero, por un instante, me encuentro caminando en él. Vuelvo con las bolsas de la compra del supermercado a casa, un cuarto piso. Hoy tocó comprar mortadela, pan, wok japonés, y tarros de conservas. Comida enlatada. Llevo años alimentándome de comida precocinada, podría ser un símil con la vida. Paso por la floristeria, compro un par de flores (artificiales), no tengo tiempo ni a regar las plantas. Ni ganas. Adornan el jarrón junto a otras seis flores que compré los días anteriores. Siempre soñé con poder cada mañana coger un ramo de flores del jardín de mi casa, colocar el jarrón en medio de la mesa, y preparar el desayuno. Pero. Me levanto despeinada, no hay jardin en un cuarto piso, corro a coger el autobús y pido un café para llevar. Donde siempre y como siempre. Camino de vuelta a casa. Es sábado por la mañana y hace un sol espléndido, nadie diría que es invierno. Llevo cuatro días sin hablar con nadie conocido, el único que me da los buenos días es el dueño de la cafetería cada mañana. Llevo meses sin escribir. Creo que todo sería más facil si hubiera cafeterías en las que el camarero, viniera a servirte café cada poco. Y beber y beber café toda la tarde. Con una libreta llena de palabras y tachonazos, y olor a café, abandonar ese lugar con la libreta llena de vida y el corazón vacío por una vez. Ligero, como el viento. En casa, la ropa huele a suavizante y se mueve con el aire, la cocina está llena de platos usados y en el cajón no quedan cucharas de postre. Inexplicablemente es el cubierto que más utilizo: me paso el día tomando infusiones. Hace unos días compré una que se llama "infurelax" y voy a dos sobres por día. Quería tener una azotea, vivir en los tejados. Siempre fui de las que sueñan más de la cuenta y se pierden imaginando que pasa más allá de sus ventanas, de sus fronteras. Viviendo en una película interminable, declarándome a las orillas del Sena, "siempre he pensado en ti, fúgate conmigo." Pero no hay fugas, los aviones han decidido dejar de aterrizar en este aeropuerto. En este cuerpo. Tengo la cabeza a mil revoluciones por hora y el otro día conté más de mil latidos por segundo, el diagnóstico fue: Sobredosis de realidad. (o de café). He llegado a la conclusión de que debo sonréírte más, acariciarte más la nuca, olvidar estas ganas de odiar todo lo que me encuentro a mi paso. Centrarme en querer. En quererme bien. Ponerme más vestidos, caminar más por ciudades desconocidas. Como hoy. Que he empezado a vivir otra vida en un lugar desconocido. Aprender a mirar la vida con otros ojos, aunque sigan verde bosque como siempre, verde bosque esperanza. Vivir aventuras en la cama cada noche, leer más, leerte más, ver más allá de tus ojos tristes. Ya ha llegado la tarde. Estoy sentada, mirando por la ventana la ciudad que se extiende ante mis ojos. Es preciosa, aunque gris, está llena de vida. Mi único plan hoy es ponerme mi mejor vestido, salir de casa con ganas, mirarte a los ojos y sonreírte. Te prometo que intentaré ver todos los días la ciudad con estos ojos, pero si algún día me ahogo, ven a rescatarme, que sigo siendo la misma de siempre. La misma loca que te diría a orillas del Sena: "Siempre he pensado en ti, fúgate conmigo."

6 comentarios:

  1. No me encuentres por qué, pero encuentro paralelismos con mis días: http://mimusasoyyo.blogspot.com.es/2013/03/soy-el-campo-de-batalla-del-arte-contra.html

    Me encanta tu forma de huir de la tristeza, pero a la vez dejar que te embriague, para salir con más fuerzas.
    Que no se te acaben las ganas. Un beso.

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  2. que tu dejaste de quererme hace tiempo .. y ya solo me queda quererme yo ..

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  3. Preciosas fotos y precioso texto. Entre eso y el título de Crema has acabado de enamorarme.

    http://www.azucarycenizas.blogspot.com.es

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  4. Está muy bien tener una vida interior rica y una imaginación que te permita saltar de azotea en azotea, de una ciudad a otra, y soñar con flores frescas cada mañana. Sólo así y con sorbos de café uno puede tragar la realidad que a veces es demasiado gris. Me encantan las fotos. Me encanta París.

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  5. "Siempre he pensado en ti, fúgate conmigo." dijiste, pero temo las puertas abiertas, los finales abiertos. Al final, solo puedo darle vueltas a si volverán, si realmente querrán quedarse o vendrán a fugarse de lo demás, y no a huir contigo.
    Un beso

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