Te guardo un "para siempre" si la vida nos deja.



Tengo un torrente de palabras bajo estas manos y unos ojos tristes atrapados en el fondo de mi corazón. Que me miran fijamente. Y el cartón de algún bingo que no cantaremos, el olor de una piel que nunca me perteneció. Aquellos lugares en los que dejamos nuestros sueños. La llave bajo el felpudo a un mundo que nunca conoceremos. Y la tranquilidad es pararse un momento bajo la lluvia de verano. Contar las gotas que resbalan por la ventana del autobús. En aquella estación en la que nunca pasa nada y las vidas cogen rumbos opuestos. Supongo que un café solitario, en la cafetería de madera de siempre, unos minutos antes de ir a trabajar. Repasando toda una vida y garabateando una libreta. Supongo que siempre había querido ser la musa de alguien. Ese era mi sueño. Que alguien preparara un par de botellas de vino y se dedicara a pintarme toda la noche. O convertirme en poema. Que tú toques la guitarra y yo baile por toda la calle. Siempre quise ser una película. Caminar por la orilla del Sena cualquier noche fría y leer poemas en francés. Aún así, la vida se parece un poco a los sueños. En unas horas estaremos en una de nuestras ciudades, cambiaremos el escenario de París por el de Barcelona y nos amaremos en cada esquina. Por si el tiempo nos atrapa. Prepararemos un baño para dos y el espejo del baño sentirá unos dedos dibujando un corazón. Desayunaremos felices, planeando abrazarnos cada vez que toque subir un nuevo escalón. Puede que nos toquemos a ritmo de jazz, o que paseemos por un puerto que no conocemos. (Ya sabes mi adoración por los puertos a medianoche) Y escribiremos un poema sin soltarnos de la mano. De mis ojos a tus ojos pasando por tu corazón. Y quedándome a vivir en él. Porque sólo deseo ser tu musa, tu Maga, tu Clementine alborotando por toda la habitación. Volveremos a coger un par de aviones porque nos encanta escaparnos de la realidad. La sensación de las mariposas en el estómago. Despegar y no querer aterrizar nunca. Y tomaremos vino, un par de copas, tres, que más da, y nos deslizaremos por la vida como quien no tiene miedo a nada. Terminando abrazados hasta quedarnos dormidos. Porque la vida a veces es un sueño, soñemos. Soñemos y recordemos esto cuando las gotas resbalen por la ventanilla del autobús. Porque eres el mejor antídoto contra los días grises.

8 comentarios:

  1. Barcelona y él es una combinación dificil de superar! A París le falta el olor a mar y puerto...

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  2. Barcelona tiene que ser fantástica!!
    Como tus textos :)

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  3. Bonitas letras para un dulce sentimiento. Beijinhos.

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  4. Me gusta cuando escribes sobre un amor que existe y que es real y que es feliz. Y me da igual si el texto pretendía ser algo más que un sueñoporque para mi fue lo más real. Porque me encantó. Porque sabes que te admiro.

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  5. Planes que guardamos en el cajón de "cosas pendientes" y que está en nuestras manos sacarlos al sol para que se pongan morenos.

    La vida está para vivirla. Y el bingo para cantarlo. Te recomiendo mis letras.

    Un saludo enorme de una lectora tuya.

    Muak.

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  6. Sueños, amores y viajes. ¿Barcelona de fondo? Entonces magnífico, o París con una botella de vino. ¿Qué importa? Si está el amor...

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