Tenía una cara hecha para sonreir.


Ya ni siquiera escribía, los poemas habían volado desde la ventana de la habitación hasta los parques, los lagos, por este cielo azul de verano. La maquina de escribir estaba llena de polvo y ella se acostaba a mirar el techo de la habitación. Con una camiseta raída y el pelo cayéndole por el pecho. Cuerpo y alma en paz. El ambiente todavía olía a su piel, había restos de felicidad cayendo de la cama al suelo. Ella no se movía. Recordaba algunos versos que él le había leído la noche anterior: Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y la habitación era el Ponts des Arts y la Maga perdía la vista en el Sena. Ellos eran poesía. No necesitaban hablar porque las palabras crecían de sus manos. Manos, seno, pelo, aire. Un encierro voluntario. Una lucha entre este instante y el siguiente, “y la oportunidad de hacerlo diferente”. Era Maga, su Maga, y por fin lo había entendido. El aire seguía moviendo su pelo. En un instante eterno. 

(Frase: Rayuela, Cortazar.)

8 comentarios:

  1. Gran escrito! Plasma a la perfección la magia de la poesía. No hace falta escribirla, ella vive por si sola., lo único que hacen los poetas es darle forma de palabras :D
    Un saludo!

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  2. Por cierto! Cambié el nombre de mi blog, ya no es the frustrated picture sino Our Northern Light, paranoyas que le da a una... jajaja
    Un beso!

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  3. Esa quietud del verano y ese ejercicio genial de amar y ser poesía... Me ha encantado.

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  4. El verano os sienta genial a ti y a tu blog. Me encanta especialmente esta entrada...

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  5. la oportunidad de hacerlo diferente.. ojala sepan aprovecharla lo mejor que puedan
    me encantó

    un beso :)

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