Si el planeta estalla, que nos pille juntos.

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Tenemos microondas para freirnos el cerebro, cafeteras para cocinar a fuego lento sueños color marrón chocolate y lavadoras que centrifugan palabras a mil por hora. Tenemos coches con los que viajar, naves espaciales para visitar otros planetas sin movernos de la cama y vasos en los que almacenar lágrimas. Maletas en las que caben sueños en forma de ropa interior, juguetes para cuando se nos olvida porque vivimos. Tenemos la estanteria llena de adornos inútiles que nos recuerdan quienes somos, y bolígrafos para apuntar todo lo que se nos pase por la cabeza y hacer la lista de la compra. Faldas para poner los sábados noche y tacones y maquillaje para aparentar ser quien no somos. Luchamos por algo, no sabemos porque, pero nos levantamos cada mañana con motivos que se escapan bajo el agua de la ducha. Estamos vacíos, somos cascaras andantes observando como el mundo se desmorona. Tenemos mil maneras de decir las cosas pero pocas veces nos ponemos a ello, preferimos dejar que el tiempo pase y nos aplaste. Tenemos ganas de cambiar el mundo pero como mucho nos cortamos las uñas para no arañarlo. Nos gusta reir y aunque a veces se nos olvida el modo de hacerlo lo buscamos en el almacén de las cosas que no se olvidan. Tenemos cajas de zapatos llenas de cartas que nunca llegaron a su destino y fotografías que nunca vieron la luz en el último cajón. Sabíamos como ser felices pero un viento huracanado nos arrebató todo lo que teníamos. Tenemos una cadeña de sueños atada a los pies que no nos deja volar y un cielo que no admite pasajeros sin billete. No existen mostradores en los que se vendan billetes hacia la felicidad. Tenemos momentos desperdiciados cayendo de nuestras manos al suelo y destruyéndose. Ganas de hacer cosas bonitas y tiempo que se escapa corriendo bajo la piel. Tenemos tanto, tanto que no tenemos nada.

Una maleta de sueños aguardando detrás de la puerta para cuando haya que escapar de
improvisto. Sin billete de vuelta.


.. "Nosotros nos iremos y no volveremos más, dice la canción. Porque el que vuelva será otro. Nosotros vistiendo otros cuerpos. Mejores. Más fuertes. El jazmín de momento aguanta las heladas y yo me escondo en un abrazo mientras la noche se llena de tormentas. A pesar de que las cosas parecen llenarse de cenizas, aunque este aguacero implacable se empeñe en tenernos encerrados en casa, sé que vendrán tiempos mejores. Me lo dicen las gotas de lluvia que tiemblan en tus pestañas infinitas, unas manos pequeñas que agarran un paraguas y me invitan a resguardarme, el olor de la tierra mojada en la lejana aldea, mientras el arroyo regresa cargado de agua entre los encinares en los que a veces me escondo, la risa de un niño mientras canto una canción, la vida misma sentada en el sofá de mi casa mientras la televisión me mece con su murmullo y afuera nos esperan los charcos, para ser saltados, para devolvernos en su reflejo nuestro rostro florecido, lleno de besos y sonrisas. Tras esta tempestad vendrá la calma. Y en ella nos encontraremos."
Ismael Serrano


10 comentarios:

  1. Qué hermosas palabras, ambas! todas! Mucho y ciento! :)

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  2. Miro tu blog todos los días esperando una nueva entrada.
    Simplemente, me encanta :)

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  3. Precioso. Deberias estar muy orgullosa de ti misma.
    Pasate http://vuelveasonreirarecordarparis.blogspot.com/
    Un beso!

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  4. me encnata saber de vos
    leer de vos
    soñar con vos

    me encanta :)

    besos de este lado del charco

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  5. sin billete de vuelta... y yo he vuelto una vez mas...
    pero el domingo te veo!
    (L)

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  6. Yo también tengo una de esas maletas, lástima que a veces me equivoque al escoger el sueño ;))

    Besos bonita

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  7. Si que me pille junto a ella...

    Saludos y un abrazo.

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