El corazón se vuelve loco.

El suelo de la cocina está muy frío, y esta mañana hace demasiado calor. El café se enfrió y ahora no hay quien se lo tome, como cuándo la vida decide darse la vuelta y no hay quien sepa vivir. Hay mañanas en las que muero un poco, nadie hace el desayuno, nadie da los buenos días. Dan ganas de quemarlo todo empezando por uno mismo, dan ganas de estallar y no volver a recomponerme nunca. Y empiezo a odiar, a odiar la facilidad con la que soy capaz de romperlo todo, a odiar mis manos que no saben tocar, mis ojos que no saben mirar, mis labios que no saben hablar. Me descompongo en el suelo de la cocina y me pierdo entre platos rotos. Todo pierde sentido. La margarita en el pelo, las veces que atrapé olas en el mar, el frío de mis piernas, nuestros abrazos a destiempo. Todo se va diluyendo, borrando, como las fotografías con el paso de los años. Deja de brillar, como este sol que de repente se convierte en tormenta. Putas tormentas de verano. Te echo de menos desde que empieza el día hasta que termina. Y mi voz se pierde en el fondo de mi corazón. Recuperaré el habla cuando me beses de nuevo. Ahora sólo se que si un corazón recibe patadas todos los días se olvida de amar, y que si me dejas, si me das tiempo, aprenderé a quererte como se merecen tus ojos. Recuerda que somos eternos, no dejes que todo se siga diluyendo, recuerda las veces que dimos la vuelta al cielo sin movernos del sitio. El café con croissants en la cama, y algún que otro beso. Las tardes fugaces llenas de abrazos. Los mares que nos vieron felices. El verano, el otoño, el invierno, la primavera. Las margaritas, los sueños en los ojos, la puta sensación de ser los más felices de la tierra y del resto del universo. Sólo necesito contagiarme de los días azules, y aprender que lo más importante del mundo somos nosotros. Sólo necesito que me vengas a buscar con una sonrisa y gominolas, dispuesto a comerte el mundo de mi mano.

12 comentarios:

  1. no desesperes, tu héroe vendrá a buscarte, volverá. porque los días de verano que están apunto de llegar no pueden pasarse solos, las olas del mar se tienen que saltar acompañado y las tardes largas volverán a ser eternas llenas de besos.

    la foto que te has puesto de cabecera, es muy bonita. un beso

    ResponderEliminar
  2. Sé lo que es echar de menos a alguien y que toda tu felicidad dependa de ello. Pero todo se pasa, ya lo veras ;)
    Un besito

    ResponderEliminar
  3. ...que tengas un bonito día azulazul :)) espero haberte contagiado con un poco de día de luz y azul, a partes iguales (aunque por aquí la verdad es que el cielo no se porta nada bien, los pajaritos cantan pero creo escucharles algo así como piii... que va a llover, piooo... que te lo digo yooo...:) pero el jueves ya vuelve el solete :) un texto precioso, y la fotografía, muy linda :)

    ResponderEliminar
  4. Recuperaré el habla cuando me beses de nuevo...


    volverán los días azules, seguro. =)

    ResponderEliminar
  5. Te ha quedado super bonito...te sigo vale? un besazo :)

    ResponderEliminar
  6. que bonito está esto cambiado :)
    todo va a ir bien, yo me encargaré de eso!
    te quiero :*

    ResponderEliminar
  7. Los días azules siempre vuelven. Inesperadamente, pero vuelven.

    La desesperación saca lo mejor de ti, sirva este texto de ejemplo.


    Feliz miércoles azul (porque es muy azul!)
    :)

    ResponderEliminar
  8. ya... yo tb echo de menos, pero la esperanza de que los dias buenos vuelvan siempre hacen que, aunq te levantes asi, te vas a dormir recordandolo

    ResponderEliminar
  9. Hay que ser valiente para hacer todo eso.

    :)

    ResponderEliminar
  10. Si nos olvidásemos de sentir...dejaríamos de vivir.

    ResponderEliminar

Píntame una sonrisa