Es la tercera vez que me pongo a escribir esta noche, y
siempre acabo borrando las palabras, como un escritor loco que tacha todo y
empieza de nuevo. Como esa sensación de vacío infinito que quiere llenarse de
palabras. Como una mujer que se sienta entre las flores amarillas en un parque
londinense lleno de vida. Con la nostalgia pegada a los zapatos como siempre. Intento
escribir sobre tu mirada triste, tu abrigo gris refugiándome de la lluvia, tu
mano agarrándome fuerte para que no me pierda. Intento buscar detrás de tus
ojos la mirada de aquellos primeros días, en los que me mirabas como si fuera un
sueño a punto de hacerse realidad. Tus manos recreándose en mi cintura.
Aquellas palabras que me dedicabas, abriéndote para que yo te completara. Seré
que soy una romántica y que no puedo dormirme sin que me abraces, que esta cama
es demasiado grande para que pueda dormirme. Y sigo intentando escribirte, y
tocarte, pero todo es un sueño, y esta noche es demasiado larga para que estés
lejos de mí. Pero la inspiración se escapa, y todo gira en espiral, y los
relojes te apartan de mi lado, las ciudades desconocidas quedan lejos en el
recuerdo. Y sólo me queda despertarme y recorrer de nuevo esta ciudad que
siempre será la mía, hacer la colada, preparar la cena, sentarme, pensarte
desde lejos, y saber que siempre serás algo grande. Ser la mujer del parque
londinense, contando las flores que hay alrededor de su vestido, contando los
rostros de los desconocidos que la miran en el metro, contando los pasos que
hay de su casa al supermercado. Que vuelve a casa cantando, aunque pese la vida.
Esperando que le hagas cualquier pregunta para poder contestarte: “Toda mi
vida, ojos tristes.” Y los recuerdos se nos quedan pegados a los zapatos, con
el olor de otras calles, de otra vida que puede que nunca sea la nuestra.
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Clementine, te extrañaba tanto!... Un abrazo infinito
ResponderEliminarSi supieras cuantas veces las he borrado yo...
ResponderEliminarSumamente bonito como escribes, yo no creo que nadie se te quede grande a ti
Escribir, tachar, borrar, escribir...
ResponderEliminarEmbellecer el papel de borrones, encender la madrugada de tachones y líneas muertas.
Pero qué bien sabe terminarle el mejor de los discursos y escribirle la poesía con besos en su espalda.
Muack.
ays
ResponderEliminarSoñar con aquello que queremos mientras vivimos la vida pasando días completamente rutinarios. Las noches son buenas y malas para muchas cosas...
ResponderEliminarEs precioso lo que escribes, siempre. Un abrazo bien fuerte :)
Me encanta lo que escribes, exitoss!
ResponderEliminarEs lo que tienen las ciudades londinenses,,,
ResponderEliminarVoy a leerte un buen rato, con muchas ganas.
ResponderEliminar¿Dónde estás? Me da la impresión de que nos seguimos los pasos. Mis pasos han pisado París y Londres recientemente.
De verdad, leerte es un placer. Me conquistan tus palabras, no sé como haces para que darles tanta fuerza siendo cotidianas a la vez.
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