Estoy perdida, tan perdida, que a veces nos imagino bailando
bajo la lluvia en una terraza desconocida. También nos he imaginado besándonos
en una azotea con vistas a un mar inventado. Azul, muy azul. Me he perdido en
tu mirada mientras me rompía los esquemas y las medias. Nos he visto amaneciendo
en un lugar no conocido, mientras el cielo se vestía de todos los colores del
mundo. Y un desayuno, claro, un par de mandarinas, café, y todo servido en una
bandeja con un jarrón de flores (recién cogidas de un jardín imaginado). Sonaba
la canción de Antonio Vega, esa que aparece en una película española, mientras
ella le dice: “Tenía tantas ganas como miedo”. Y luchábamos contra el destino
con palabras, cogíamos cada noche un tren para amanecer en un lugar distinto, sólo
para besarnos antes de que se hiciera de día. Buscábamos la esperanza tras la
piel, olvidábamos quienes éramos por un instante. Olvidábamos lo efímero del
amor, de la piel, de los besos, del cansancio, del hastío. Olvidábamos que con
el tiempo todo se vuelve polvo y flores muertas. Renacíamos en cada beso, en
cada nota sobre la mesilla de noche: “Me debes un amanecer”. Y cuando los rayos
de sol se colaban entre las cortinas descoloridas, tú jugabas a dibujar en mi
espalda el mundo entero. Y vaya mundo. Como si siempre fuera la última noche,
el último beso, el último latido. Apurando cada segundo, rompiendo los relojes,
bebiendo el café de un solo trago porque no hay tiempo para perder cuando se
ama de verdad. Todas las ciudades desconocidas nos daban la bienvenida, algún
gato venía a saludarnos, el mar se ponía bonito para nosotros. Alguien se
acercaba y nos decía: “que sí, que el amor puede con todo” y nosotros sonreíamos,
como si no lo supiéramos. Nos he imaginado de tantas maneras, volando sin
movernos del sitio, viajando, cuando el mejor viaje era tenernos cerca.
de pequeñas ciudades -me pregunto
si un recuerdo es algo que conservamos
o algo que hemos perdido-, de pequeñas ciudades junto al mar,
yo comprendo que sólo fuiste un sueño."
No sé si te lo han dicho alguna vez, pero haces magia con las palabras. Juegas con ellas a tu antojo y nos haces volar, sintiendo tanto las sensaciones que describes que cuando se llega al punto y final, siento como que por unos segundos caigo en un abismo.
ResponderEliminarPorque el amor debería de poder con todo.
Me he imaginado mientras leía, una película a cámara lenta. Ojalá que no sean solo sueños, que no sea solo imaginación, que no sea algo que se fue y nunca volverá.
ResponderEliminarUn besito
Que el amor puede con todo, sobre todo si viene con amaneceres y besos en trenes. De película. Feliz año, guapa
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